«Sabemos que hubo en este mundo vino desde la Edad de Piedra, cuando las uvas fermentaban sin ayuda de nadie. Antiguos cánticos chinos recetaban el vino para aliviar las dolencias de los tristes. Una vid era el emblema del poder de Ciro, rey de los persas, y el vino regaba las fiestas de los griegos y los romanos. para celebrar el amor humano, Jesús convirtió en vino el agua de seis tinajas. Fue su primer milagro». Lo escribe Eduardo Galeano en su libro «Espejos». Imagen de «Pinterest».