“No somos una fuente de gasto, sino una parte de la solución mirando al futuro”, aseveró el director del Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe.
Francesc Pedró impartió la conferencia virtual “Covid-19 y educación superior. Impacto y desafíos”.
Karina de la Paz Reyes Díaz.
El director del Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe, Francesc Pedró, habló de la necesidad de ilustrar los beneficios sociales que aportan las universidades, ante los recortes presupuestales que se vislumbran para éstas como consecuencia de la pandemia de Covid-19.
Pedró impartió el 24 de junio la conferencia virtual “Covid-19 y educación superior. Impacto y desafíos”, dentro del ciclo de conferencias “La otra política”, organizado por el Centro Internacional “Otras voces en educación”, de Venezuela; la Cooperativa de Educadores e Investigadores Populares Histórica, de Argentina; y el Centro Internacional de Pensamiento Crítico “Eduardo del Río”, de Zamora, Michoacán, México.
Francesc Pedró habló de la contingencia pedagógica, pues de súbito las instalaciones universitarias fueron cerradas pero las actividades académicas continuaron, con el uso intensivo de la tecnología.
Esto, aclaró, no es la solución óptima, dado el problema de acceso a la tecnología en la región, pero es la única que se pudo tomar. Por ello, también habló del acceso a Internet como un nuevo derecho humano, garantizado por los poderes públicos.
Habló de cinco efectos negativos de la pandemia en la educación superior: evolución de la demanda; reducción de aranceles en instituciones privadas; cierre de universidades pequeñas y posible consolidación, en caso de que instituciones privadas pequeñas sean adquiridas por grandes corporativos; despido de profesorado, que afectará al sector privado y al personal del público cuya condición laboral es más débil; y disminución del gasto público en educación superior.
Sobre éste, explicó que la crisis económica mundial, consecuencia de la pandemia, se traduce en un pastel fiscal más reducido en tamaño del normal.
Además, dijo, en el contexto de orden de prioridades de cualquier gobierno, por encima estará la salud pública –sobre todo hasta que se suministre la vacuna universalmente–; detrás de este rubro está la recuperación productiva, de comercio y la laboral, y quizá en tercer lugar esté el sistema escolar.
En ese tenor, habló de la necesidad de ser capaces de generar una narrativa que dé cuenta de los beneficios de invertir en la educación superior: recuperación económica, cohesión y movilidad social, investigación científica, fueron algunos de los rubros que enfatizó.
“Necesitamos construir una narración muy potente y de forma muy urgente que haga que seamos parte de esos planes de recuperación; porque en la UNESCO estamos convencidos de que somos no una fuente de gasto, sino una parte de la solución mirando al futuro.”
Sobre la planificación de la reapertura de las instituciones de educación superior, abundó en dos puntos: asegurar el derecho a la educación superior y mejorar la calidad de ésta.
La conferencia completa se puede consultar en https://m.youtube.com/watch?v=VeRhTFbdB1U.
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