De rojo a naranja, de naranja a rojo
Claudia Viveros Lorenzo
Que lío con esto del semáforo pandémico. Todos estamos atentos al mapa, y escudriñamos, el color en el que nos encontramos. Los debates están abiertos. En lo que concierne a nuestra ciudad. “¿Cómo es que Veracruz es rojo y Boca del Río naranja? Si somos uno solo” dice el alcalde. Hay múltiples posturas. Por ahí se deja venir, que abandonaran el naranja los boqueños y volveremos al rojo en menos de lo que cante un gallo. Y cómo, si pareciera que esto es una carrera contra el semáforo, el cual apenas cambiaron y adoptaron a su conveniencia, se dejó venir la apertura de mucho del comercio. La gente comenzó a salir ya sin ningún freno, parece que estan en la búsqueda del COVID19. Creo que la competencia es: a ver quién se contagia más rápido y quien la libra. ¡Sálvese quien pueda!
Los cines aperturaron, los centros comerciales, las grandes franquicias, la gente y el tráfico en las calles cada vez es más. Ya hubo fútbol. Caravanas de graduación. Restaurantes con puertas abiertas y cafeterías. La nueva normalidad se implantó y no con la cautela debida. El grosor parece que sigue creyendo que la cosa está fácil. Entonces para qué estuvimos casi 100 días encerrados si no tomamos consciencia. Sabemos que el virus es como la ruleta rusa, pero un poco de prudencia. Las empresas han empezado a activar actividades presenciales y aunque no es un hecho, se dice que las clases del nuevo ciclo se reactivarán el 10 de agosto y el 21 de septiembre, a nivel media y media superior. La realidad es que todo es una incertidumbre, pero actuamos cuando nos conviene como si todo lo tuvieramos bajo control, cuando es completamente lo opuesto. Estamos bien lejos de llegar al verde, es más ni siquiera de acercarnos a amarillo.
En Europa se ha reactivado de a poco, y han tenido brotes nuevamente, y han dado marcha atrás, aquí la pregunta es. ¿nosotros la daremos? O seremos tan necios que continuaremos como si nada pasara. Dentro de la nueva normalidad está ya, tener la “familiaridad” de saber de fallecidos por el virus o gente contagiada, pero seguimos pensando que no nos va a tocar. No hemos tomado una postura seria. Nuestros vecinos del norte, no han logrado controlar la pandemia, van de mal en peor, estan cundidos, y ahora no solo las personas mayores han sido lo afectados, sino que los jóvenes por seguir en su postura necia, están entrando al hospital confirmados con el contagio.
Los casos de Brasil y de Perú son gravísimos, y no estamos para comparar, pero los índices en México, creo que son bastante positivos, si tenemos contagios pero la situación se ha manejado con bastante inteligencia, y sí, si creo que no estamos tan mal. Basta ya de posturas negativas, debemos reconocer lo positivo y dejar de buscar el “frijolito en el arroz” siempre. Así que no es momento de soltar, sino todo lo contrario, de seguir pensando correctamente y colaborando para que esto no se salga de las manos. Todos sabiamos que la tendríamos cerca y que sería díficil, incluso, ni siquiera nos imaginabamos, lo realmente complicado que sería.
El semáforo es solo un indicador, el cual nos refleja la situación y estar naranja es solo un preambulo, que establece que solo podemos reactivarnos a un 30%, y ese porcentaje es realmente bajo.
Redoblemos esfuerzos. Sé que ya han pasado muchos días, incluso que medio año se nos ha ido en esperar. Que estamos estresados, malhumorados, ansiosos, aburridos, etc. Pero necesitamos aguantar un poco más. No vaya a ser que nos salga contraproducente. Por favor, no olvide lavarse las manos y usar mascarilla. Los protocolos son necesarios, es por el bien de todos.