- Con sus ideas y opiniones contribuyeron a la actualización del Sistema de Clasificación Industrial de América del Norte.
- El propósito de este mecanismo es homologar la información económica que se produce en el país.
- En total, intervinieron 23 entidades académicas e institutos de investigación de cuatro regiones universitarias.
Claudia Peralta Vázquez .
– El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reconoció la contribución y experiencia de académicos e investigadores de la Universidad Veracruzana (UV) en la actualización de la consulta pública del Sistema de Clasificación Industrial de América del Norte (SCIAN), realizada del 14 de abril al 27 de mayo del presente año.
Esto luego de que la UV, a través de la Secretaría de Desarrollo Institucional y la Dirección General de Vinculación, fuera invitada por el organismo federal para sumarse a este proceso en su versión 2023.
Lo anterior con el propósito de clasificar las actividades económicas que el Inegi utiliza para catalogar la información que recolecta y genera mediante los diferentes proyectos estadísticos, como son: encuestas en sectores económicos, censos económicos y agropecuarios.
El objetivo del SCIAN México es proporcionar un marco único, consistente y actualizado para la recopilación, análisis y presentación de estadísticas de tipo económico, que refleje la estructura de la economía mexicana. Es la base para la generación, presentación y difusión de todas las estadísticas económicas del Inegi.
José Martín Cadena Barajas, subdirector estatal de Estadística Económica; y Néstor Varela Cruz, jefe de Departamento de Estadística Económica y Registros Administrativos del Inegi, destacaron la aportación de la comunidad universitaria con propuestas consistentes en desagregaciones de actividades económicas nuevas y agregación de otras que han perdido importancia económica.
El clasificador de sectores del SCIAN se conforma de 20 actividades, algunas de ellos son: agricultura, minería, construcción, industrias manufactureras, transportes, servicios financieros, legales, profesionales, científicos, técnicos, educativos, salud, esparcimiento, alojamiento, entre otros.
Subrayaron que, ante la etapa difícil que hoy se vive, los tres niveles de gobierno y las instituciones educativas que son usuarios de la información estadística generada en el Inegi, deben trabajar de manera conjunta para lograr productos de mejor calidad y mayor utilidad en beneficio de la sociedad en general.
Por tanto, la información aportada tiene que ver con prácticamente todos los sectores, pues intervinieron varias facultades relacionadas con estas áreas y campos de estudio.
En total fueron 23 fuentes de la UV, principalmente de las regiones Xalapa y Veracruz, con 12 y seis participaciones, respectivamente, sin dejar de lado las aportaciones de las regiones Coatzacoalcos-Minatitlán y Poza Rica-Tuxpan.
Entre ellas las facultades de Contaduría y Administración, Ciencias Agrícolas, Nutrición, Pedagogía, Economía, Arquitectura, Administración, e Ingeniería de la Construcción y el Hábitat (FICH), éstas dos últimas ubicadas en la región Veracruz.
También de los institutos de Investigaciones en Contaduría, Jurídicas, Estudios Superiores de las Ciencias Administrativas, Estudios Superiores Económicos y Sociales, y del Instituto de Salud Pública (ISP).
Además, se sumó el Centro de Estudios Interdisciplinarios en AgroBiodiversidad (CEIABio), con sede en Acayucan, y el Ballet Folklórico.
Sus aportaciones e ideas fueron en torno a sus actividades y sectores de interés. Por ejemplo, la FICH hizo planteamientos correspondientes al sector 23 del SCIAN, relacionado con la construcción; mientras que el CEIABio se enfocó en opiniones del sector 11, sobre agricultura, cría y explotación de animales, aprovechamiento forestal, pesca y caza.
EI ISP se orientó al sector 62, acerca de servicios de salud y de asistencia social; la Facultad de Administración hizo sus propuestas en el sector 46 de comercio al por menor; el Ballet Folklórico al sector 71, de servicios de esparcimiento culturales y deportivos, y otros servicios recreativos, por mencionar algunos.
En este sentido, los funcionarios subrayaron el papel y rol importante que juegan las instituciones de educación superior en los trabajos estadísticos, por medio de sus docentes, investigadores y alumnos.
“No sólo son usuarios, también son generadores de información de interés y que abonan a la sociedad y a instituciones como el Inegi, razón por la cual se les invita a las consultas públicas que se hacen, considerando la experiencia que han tenido a través de los años.”
Actualmente, todas las propuestas están siendo revisadas a detalle pues servirán para las actualizaciones en la edición de la versión 2023. Posterior a este análisis minucioso donde también se detectan posibles dudas, en caso de existir, se pondrán en contacto con los participantes para preguntarles y poner en contexto todas las propuestas.
Más adelante realizarán reuniones entre los responsables de la actualización del SCIAN de Canadá, Estados Unidos, y desde luego, del Inegi México, para homologar las propuestas y hacer las correspondientes actualizaciones.
Cabe mencionar que esta invitación se hizo también a todos los sectores económicos y usuarios que recolectan y generan información estadística, como son: cámaras de comercio, unidades de estado, secretarías y entidades educativas, y población en general que usa las estadísticas del Inegi y participa de forma activa.
A manera de contexto, dieron a conocer que el SCIAN surgió entre 1994 y 1997, cuando las agencias nacionales de estadística de Canadá, México (Inegi) y Estados Unidos crearon un sistema de clasificación común de las actividades económicas realizadas en América del Norte, para remplazar los anteriores de cada país y así homologar la información.
Con el nuevo SCIAN se daría respuesta a la necesidad surgida a raíz de la ratificación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), de contar con un instrumento para recopilar, analizar y difundir información estadística que permitiera evaluar y comparar, de manera más precisa, las economías de la región.
Antes de esta implementación, el Inegi utilizaba la Clasificación Mexicana de Actividades y Productos, creada en 1960 y utilizada durante los Censos Económicos de 1961, 1966, 1971 y 1976, con algunos cambios en cada versión; fue sustituida por el SCIAN y en el Censo Económico 1999 se utilizó la primera versión, que data de 1997.
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