Las tlayudas se han ganado las palmas en las últimas horas. Hablemos de ellas.

Uno de los mejores aspectos de la cocina mexicana es la gran variedad de platillos que pueden salir de un solo ingrediente, y el mejor ejemplo es el del maíz, que nos da tortillas, tlacoyos, gorditas, tamales y para esta ocasión en específico, las maravillosas e incomparables tlayudas.

Aunque se puede considerar un platillo sencillo, las tlayudas han ganado fama como uno de los mejores platillos oaxaqueños, y no es para menos, ya que se puede acompañar prácticamente de cualquier cosa que se nos antoje.

El nombre tlayuda se refiere a la tortilla de maíz de a veces más de 30 centímetros de diámetro donde se colocan los ingredientes, la cual se dora sobre un comal, lo que le da más dureza a la tortilla que otros platos como los tacos.

Si alguna vez han viajado a Oaxaca sabrán que la tlayuda clásica está untada con asiento de puerco (los restos después de preparar carnitas), quesillo, col picada, tasajo asado y una buena salsa picosa y recién hecha. Se sirve tostadita, para que, a cada mordida, aparte de sentir todos estos increíbles sabores, se sienta la consistencia crujiente y se disfrute aún más.

Por supuesto que las opciones de ingredientes para la tlayuda son amplias, se pueden encontrar con frijoles, lechuga picada, jitomate, aguacate, tasajo, cecina, chorizo, carne seca, pollo, chiles, chicharrón, guacamole, salsa de chile pasilla, chiles asados, rábanos y hasta cebollitas de cambray. No importa con qué decidan decorar la tlayuda, mientras cruja a cada mordida, sabrán que están en el lugar correcto.

Para probar las mejores se deben recorrer los puestos en las calles de Oaxaca, aunque en otras zonas como Puebla, la Ciudad de México y la zona Metropolitana, también es un platillo bastante popular de restaurantes tradicionales.

Fotos de cuartoscuro.