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Excélsior/Ernesto Méndez

Entre el miércoles y el jueves la Profepa rescató a dos hembras de león en Nuevo León y el Estado de México, que no tenían un trato digno y respetuoso. Ambos ejemplares fueron asegurados luego de que los dueños de los felinos no comprobaron su legal procedencia. Foto: Ernesto Méndez

Durante esta semana, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) realizó los rescates de dos hembras de león en Nuevo León y el Estado de México, que no tenían un trato digno y respetuoso.

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El 22 de julio, la representación de la Profepa en Nuevo León recibió una denuncia ciudadana sobre la posesión de un ejemplar que se encontraba en el patio de una casa en el municipio de Ciénega de Flores.

En la visita de inspección, se observó a la hembra adulta, de aproximadamente dos años en el pequeño patio trasero de la vivienda, que contaba con microchip como sistema de identificación.

Después de realizar la evaluación física, se observaron heridas en su piel, producto de la rozadura constante con la pared, puerta y reja del encierro y posiblemente afectación por sarna.

El dueño no presentó la documentación para amparar la legal procedencia de la leona, así como el registro de Predio o Instalación que Maneja Vida Silvestre (PIMVS), ni el Plan de Manejo aprobado por la Semarnat.

Ante estas omisiones, se procedió al aseguramiento del ejemplar, de conformidad con la Ley General de Vida Silvestre.

La hembra fue trasladada para su valoración médica a la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Nuevo León y será reubicado en un zoológico autorizado en Querétaro.

Mientras tanto, el 23 de julio, en Ecatepec de Morelos, Estado de México, la representación de Profepa rescató otro león hembra en un domicilio donde la mantenían en confinamiento.

Los inspeccionados no demostraron la legal procedencia del ejemplar ni el Plan de Manejo para esta especie, además que las condiciones en las que estaba no eran las apropiadas, por lo que se procedió a su aseguramiento.

La leona fue trasladada a una Unidad de Manejo para la Conservación de Vida silvestre (UMA).

Foto de Ernesto Méndez.