- En Baja California la ocupación de sociedades cazadoras-recolectoras-pescadoras data de hace 12 mil años.
Karina de la Paz Reyes Díaz..
La XII sesión del Webinario Internacional de Arqueología (WIA), organizado por la Universidad Veracruzana (UV), a través del cuerpo académico (CA) Arqueología del Paisaje y Cosmovisión, tuvo como tema “Baja California y los moluscos arqueológicos en la reconstrucción ambiental”.
La ponente fue Mayra del Carmen Robles Montes, quien desarrolla su investigación doctoral en el Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas del Instituto Politécnico Nacional (Cicimar-IPN), mientras los comentarios estuvieron a cargo de Enah Monserrat Fonseca Ibarra, investigadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Centro Baja California.
Robles Montes ha desarrollado sus investigaciones con la técnica denominada análisis de isótopos estables de oxígeno, que permite la reconstrucción paleoambiental en arqueología.
A manera de contextualizar, expuso que las sociedades que habitaron la península de Baja California mantuvieron una organización cazadora-recolectora-pescadora a lo largo del territorio y del tiempo, hasta el contacto con españoles.
Puntualizó que ahí hubo poblaciones desde hace 12 mil años, divididos en tres periodos: paleoindígena, arcaico y prehistoria tardía.
De los campamentos cancheros en específico, precisó que se trata de unidades habitacionales donde las sociedades hacían actividades cotidianas, manufacturaban sus herramientas y eran ocupadas de manera anual o estacional.
En su caso, la investigación de maestría y de la cual detalló en el WIA versó sobre “Temporalidad, patrones de explotación y significado ambiental de los moluscos en el conchero de La Jovita, Baja California”.
Con las técnicas isotópicas que aplicó a los moluscos del conchero en mención, determinó que éste tuvo un periodo de ocupación de 390 años, durante la prehistoria tardía: entre 1195 d.C. al 1585 d.C.
Explicó que los moluscos son trazadores ambientales, en particular los bivalvos tienen bandas de crecimiento que son controladas por varios factores: temperatura, salinidad, ciclo reproductivo y de marea, posición en el intermareal y disponibilidad de alimento.
De todos ellos, la temperatura será siempre el valor dominante que controle el crecimiento de tales organismos.
“La huella isotópica nos puede ofrecer condiciones ambientales y de temperatura”, por ello se puede definir si un molusco vivió en condiciones completamente oceánicas o fue una mezcla con agua dulce de río.
Esto, en términos arqueológicos, permite definir patrones de exploración y explotación, así como de asentamiento de las sociedades que recolectaron el molusco.
Para ella, se traduce en disponibilidad natural y estacional de los recursos, preferencia cultural de uso y consumo, sobreexplotación y periodos de recolección.
“Otro aspecto que yo consideré es que la recolecta de este organismo es relativamente sencilla y fue una actividad en la cual posiblemente todos los grupos de edad de una banda pudieron haber colaborado.”
Añadió: “En general, esto me indica que la dieta de los pobladores de la prehistoria tardía en La Jovita se complementó con otro tipo de estrategias de subsistencia. Este patrón puede estar relacionado con la introducción cultural del arco y la flecha en la península de Baja California”.
La investigadora remarcó, por un lado, que los moluscos arqueológicos tienen un alto potencial de análisis; por otro, destacó las virtudes de trabajar con la aplicación de análisis de isótopos estables de oxígeno y parámetros ecológicos, como herramienta útil con fines comparativos en la interpretación de patrones de explotación en campos concheros. Ambos planteamientos, a manera de despertar el interés en más personas sobre el tema.
Algunos de los puntos que enfatizó Enah Monserrat Fonseca fueron: “Debemos tener muy claro que nuestro objeto de estudio no es el molusco, la concha, la temperatura, sino las sociedades que habitaron en el pasado la península”.
Coincidió con la conferencista en que hay mucho por estudiar en aquella región sobre los patrones de asentamiento.
En la sesión de preguntas y respuestas se plantearon más temas, como las manifestaciones gráfico-rupestres (también conocidas como petrograbados) en la península; las herramientas utilizadas por los concheros, el uso de la lítica, entre otros temas.
La sesión 12 del WIA se desarrolló el 13 de agosto y fue moderada por la organizadora de este ejercicio académica, Lourdes Budar Jiménez. Puede consultarse de manera íntegra en la página de Facebook: WIA.UV.
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