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Fuente:
Universidad Veracruzana

  • Adriana Rodríguez Barraza inició en 2019 el proyecto “Violencias y subjetividad”, en el que colaboran estudiantes de diversas instituciones de educación superior. 
  • Para erradicarla es necesario resolver los motivos que la originan, reconstruir el sentido social, realizar labores de reconciliación, así como crear espacios y proyectos de vida en los que todos estén implicados.

Adriana Rodríguez Barraza

Adriana Rodríguez Barraza.

Carlos Hugo Hermida Rosales. 

Adriana Rodríguez Barraza, del Instituto de Investigaciones Psicológicas de la Universidad Veracruzana (UV), coordina desde 2019 el proyecto “Violencias y subjetividad”, que ya fue registrado ante la Dirección General de Investigaciones de esta casa de estudios.  

Compartió que dentro de este proyecto que inició a principios de 2019, además de investigadores de la UV han colaborado cada año hasta 15 estudiantes de diversas disciplinas de las universidades autónomas de Nayarit, Querétaro y Zacatecas, y de Guadalajara y Guerrero, entre otras.  

“Igualmente se han sumado participantes del Verano de la Investigación Científica de la Academia Mexicana de Ciencias”, agregó.  

Rodríguez Barraza mencionó que este trabajtiene varios objetivos: explicar cómo la subjetividad se conforma a través de la violencia y crear herramientas conceptuales útiles para su abordaje, además de identificar los tipos de violencias que existen y cómo se relacionan entre ellos.  

“Muchas veces parece que la única forma de resolver conflictos es a través de la violencia, pero siempre existen otras maneras”, declaró.  

Dentro de este proyecto ha sido de gran utilidad el estudio del triángulo de la violencia del sociólogo noruego Johan Galtung, que la divide en directa, cultural y estructural.  

De acuerdo con este autor, la violencia directa es la más conocida ya que está relacionada con la negación de necesidades y cuestiones físicasmientras que la estructural deriva del cómo las instituciones utilizan códigos que naturalizan invisibilizan el comportamiento violento. 

Finalmente, la violencia cultural es la más profunda, ya que parte de las ideas y creencias de cada individuo. 

“Hasta que reflexionamos sobre los distintos tipos de violencias se pueden plantear las cosas de una manera distinta”, puntualizó 

La investigadora enunció que no se deben naturalizar fenómenos o pautas del comportamiento como el modo de ser de las cosas, ya que ello facilita las circunstancias que producen la violencia.  

Comentó que para erradicarla es necesario resolver los motivos que la originan, reconstruir el sentido social, realizar labores de reconciliación y crear espacios que no existen en proyectos de vida en los que todos estén implicados.  

Afirmó que la gran pertinencia de este proyecto es que permite estudiar a la violencia de una forma profunda, y analizar aspectos de ella que están tejidos de manera que no pueden percibirse superficialmente. 

“Esperamos que a través de este trabajo se logre encontrar mejores formas de construir unas relaciones más sanas”, concluyó.  

Rodríguez Barraza compartió que aun cuando se tiene planeado que el proyecto concluya hasta 2021, los colaboradores ya han expuesto avances en diversos eventos. 

 Próximamente participarán en el 3er Congreso Internacional “Mujeres y niñas desde una doble perspectiva: género y derechos humanos en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, que será realizado de manera virtual por la Universidad Nacional Autónoma de México del 26 al 29 de agosto. 

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