Cuando los jóvenes de mi edad tenían un promedio de 12 a 15 años llegó a Coatepec un sacerdote de nombre Felipe Tejeda. Además de estar a cargo de la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, creó el «Centro Cultural Loyola», a unos pasos de la iglesia.. A muchos jóvenes después de ir a nuestras clases por la mañana, nos inscribieron para asistir por la tarde a ese instituto. El padre Tejeda resultó una persona muy importante en nuestra formación personal, ya que además de apoyarnos en la complementación de nuestros conocimientos, nos ayudó a actuar con ética, a creer en Dios y a ser buenas personas. Todo un personaje de esa época en la ciudad el Padre Tejeda. En la foto de hace como 63 años: el que escribe estas Cápsulas, Rubén Bonilla Torres, Juan Méndez Contreras el Padre, Roberto Murrieta Segovia y Nicolás Hakim Simón. Y en la siguiente, todos los acólitos con él.