Buenas nuevas para la oposición

Por: José Miguel Cobián

 

La noticia más importante para quienes siguen la creación de nuevos partidos políticos y la que ha causado más ruido en las redes sociales ha sido el que el INE le negara el registro al partido de Margarita Zavala y de Felipe Calderón, públicamente conocido como México Libre.

 

A sabiendas de que el fallo será dirimido en el tribunal electoral, a muchos nos sorprendió esta decisión.   Ya que el presidente López Obrador subió al ring de las discusiones mediáticas al ex presidente Calderón en varias ocasiones, coincidentes con las fechas en que las asambleas constitutivas del partido político en mención menguaban en la asistencia y apoyo de simpatizantes.

 

El que el presidente López subiera al ring al ex presidente Calderón, situó a éste último ante la opinión pública como un interlocutor válido y de nivel, lo que generó simpatías y consiguió que se cumpliera con el número de asambleas y de simpatizantes afiliados para lograr cumplir con los requisitos que marca el INE para la creación de nuevos partidos políticos.   En resumen, el presidente López es a quien se debe el mérito de haber llevado a México Libre a la antesala de convertirse en partido político.

 

Las razones de AMLO están claramente definidas en una conveniencia política, en la cual el beneficio para su proyecto político lo representa el porcentaje de votos que México Libre pudiera quitarle al partido Acción Nacional,  que es su principal oponente acorde a todas las encuestas hasta la fecha.

 

Conforme a la tendencia mostrada en las distintas encuestas electorales, y las consecuencias que la crisis económica, de salud y de seguridad tendrá en la mente del elector en el primer semestre de 2021, la posibilidad de que Morena vea disminuida su presencia en la cámara baja se incrementa.  La narrativa presidencial surte efectos decrecientes conforme sufre el desgaste propio tanto de gobernar, como de repetir y repetir las mismas frases, sin resultados tangibles a ojos de sus seguidores.

 

Es indudable que la esperanza todavía estará vigente en la elección del 2021, pero su efecto será menor.   El alcance de los programas sociales es inferior a lo reportado y mencionado diariamente por el presidente, así que tampoco le puede brindar al partido en el poder la confianza de arrasar.

 

Hemos visto un ataque sistemático desde la tribuna presidencial tanto al INE como al poder judicial, con el fin de minar desde ahora la confiabilidad en ambas instituciones, en caso de sufrir un revés en la elección 2021.   Todo ello se conjuga para tratar de golpear al principal rival que tiene el partido en el poder, y es allí, donde México Libre juega un papel crucial.

 

Con la posible incorporación del PRI a una coalición macro de partidos políticos en duda, y con el elevado precio que Dante Delgado ha puesto para sumarse a la coalición de PRD y PAN, la posibilidad de un repunte en los escaños opositores se reduce pero aun así, el riesgo es alto para el partido en el poder.

 

Por ello, tener a disposición un nuevo partido político que pueda quitar un porcentaje que va del 2 al 5% de los votos a la coalición opositora, en el marco de una elección cerrada es un verdadero alivio para quien está en el poder.    Por ello, me llamó mucho la atención la no intervención del gobierno federal en la votación de los consejeros del INE en cuanto a la aprobación de dicho partido, y todavía tengo la sospecha de que será el tribunal el que al final de cuentas otorgue el registro a México Libre en detrimento de lo que la oposición espera obtener en 2021.

 

Llama aún más la atención, cuando el partido encuentro solidario, de naturaleza totalmente religiosa si obtuvo los votos necesarios, a pesar de la oposición del propio consejero presidente, quien explicó claramente a los consejeros que un partido confesional viola todas las leyes de México y pone en riesgo el principio de estado laico.   En este caso, los nuevos consejeros propuestos por el partido gobernante fueron el fiel de la balanza que llevó a que el PES renazca de sus cenizas y como Lázaro, vuelva por sus fueros y por los votos de sus fieles seguidores en el 2021.  Allí sí hubo clara injerencia de los intereses del gobierno en la decisión del INE.

 

De cualquier forma, la oposición en México seguirá muy atenta e incapaz de influir, la decisión que tome el tribunal electoral respecto al registro de México Libre.  A todos nos debe de quedar claro, que si logra el registro será una buena nueva para el partido en el poder, y si no lo logra, será una buena nueva para la oposición.     Dependiendo de las simpatías del lector, podrá alegrarse del resultado final o por el contrario apenarse.   Curiosamente en sentido contrario a lo que la percepción normal indicaría.

 

Para muestra un botón, si cuando ganó Felipe Calderón la presidencia, hubiera existido México Libre, el ganador indiscutible hubiera sido el hoy presidente. Considerando que los nuevos partidos no pueden participar en coalición en la primera elección en la cual compitan.

 

De ese tamaño es la importancia del rechazo o aprobación del registro de dicho partido.  En lo personal y por el bien de la democracia en México considero un error el otorgar el registro al PES, y considero un acierto el haberlo negado a ML.

 

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