Al estilo Mathey
• Lo que más vale
Gustavo Cadena Mathey
Buen día apreciado lector:
Da gusto que, a cientos de años del surgimiento y difusión de la obra de Azorín sobre el comportamiento de los políticos, con la llegada de los morenos al poder en Veracruz, haya quien con sus actitudes demuestre que sabe del valor de aquellas ideas intemporales y las aplica como se debe.
Por lo observado en la conducta y actitudes del titular de la Secretaría de Desarrollo Social Guillermo Fernández Sánchez, vale señalar que el empeño que ha puesto este servidor público en la misión que le encomendó el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, en el estado de Veracruz los programas sociales sí llegan a las familias más pobres y marginadas.
El trabajo serio y sin reflectores que realiza, cumple con las expectativas del gobierno morenista.
Apegado a la política del presidente, Andrés Manuel López Obrador, en el sentido de que “Primero los Pobres”, Fernández Sánchez se ha dado a la tarea de seguir el programa de trabajo de esa dependencia y recorrer los municipios más distantes de las grandes ciudades, llevando apoyos cuantificables, como piso y techo firme, cuartos dormitorio, electrificación, impulso a la crianza de aves de corral, apoyo a mujeres emprendedoras y, sobre todo, a convivir y servir a esas familias.
Su trabajo lo realiza con un reducido grupo de colaboradores, técnicos en su gran mayoría, que orientan y asesoran a las familias de esas regiones de la geografía veracruzana. No se trata de hacer “día de campo”, para nada; es algo así como lo llaman los atletas, un recorrido a campo traviesa.
Para el otorgamiento de esos apoyos, va por las llanuras, las montañas y la zona selvática; hace investigaciones, contrata la mano de obra de ahí mismo y, posteriormente, supervisa que las obras cumplan con las especificaciones pactadas.
Se le ve lo mismo en Chicontepec que en las altas montañas y la Sierra de Zongolica, la zona de Uxpanapa o en las áreas de alta marginación de las grandes ciudades, como Xalapa, Veracruz, San Andrés Tuxtla y Coatzacoalcos.
¿Por qué sin reflectores?, porque en esas zonas marginadas difícilmente se encuentra a reporteros que difundan sus actividades pero tampoco los lleva para presumirlas.
Para Guillermo Fernández Sánchez, lo que más importa es la gran satisfacción de ver los rostros de alegría con los que esas familias agradecen los apoyos oficiales. Y eso es lo que más vale y valora la gente.
Tenga paz y armonía, cuide el agua y siembre plantas por favor.