CENTENARIO DEL NATALICIO DE MARIO BENEDETTI. (IV)

El amor, las mujeres y la vida.

Mtro. José Miguel Naranjo Ramírez.

Siendo muy joven Mario Benedetti leyó un libro de Schopenhauer titulado: “El amor, las mujeres y la muerte” y la lectura de la obra de este gran filósofo alemán no le agradó, porque en esa colección de ensayos filosóficos Schopenhauer muestra su espíritu pesimista, malgeniado, malhumorado, afirmando que la vida no tiene ningún sentido ni mucho menos ningún valor, para Schopenhauer la realidad es absurda, el mundo está lleno de vicios, ambiciones, somos seres insaciables y por ello el amor es un deseo permanente de querer que nunca se satisface, siempre queremos más y más, sin embargo, a pesar del pesimismo planteado, Benedetti años después releyó la obra y se encontró con la siguiente expresión de Schopenhauer más equilibrada y esperanzadora: “El amor es la compensación de la muerte; su correlativo esencial.”

Partiendo de esta frase más ilusionante Mario Benedetti seleccionó gran cantidad de poemas que había escrito en un promedio de cincuenta años, muchos de ellos publicados en distintos libros y los publicó en un libro que lleva el título parecido al de Schopenhauer, sólo que Benedetti a la inversa del filósofo apuesta y defiende la belleza de la vida anteponiéndola a la muerte, la característica particular que tienen los poemas que integran el libro es que Benedetti los dedica a elogiar el tema del amor, la mujer, la hermosura de vivir, realmente son poemas preciosos, sublimes, que te hacen reflexionar, incitan a la vida, a la meditación exquisita y delicada que nos puede ayudar a vivir mejor, a entendernos con nosotros mismos y con la otredad,por lo hasta aquí expuesto me permitiré compartir algunos poemas seleccionados que considero hermanados por la temática planteada.

Poema: “Todo el instante.”

Varón urgente

Hembra repentina

No pierdan tiempo

Quiéranse

Dejen todo en el beso

Palpen la carne nueva

Gasten el coito único

Destrúyanse

Sabiendo

Que el tiempo pasará

Que está pasando

Que ya ha pasado para los dos

Urgente viejo

Anciana repentina.”

Este bello poema nos recuerda que la vida puede ser un breve suspiro, y por ser tan efímera debemos vivirla, lanzarnos a fondo, sacarle el mejor provecho al tiempo amando, sintiendo, entregándonos, robarle un beso profundo, sincero, apasionado a la existencia es rebelarnos bellamente ante la segura y muy pronta inexistencia, porque el poema titulado: “Apenas y a penas” nos expresa lo siguiente:

“Apenas y a penas”

Pensó

Ojalá que no

Pero esta vez acaso sea la última

Con el deseo más tierno que otras noches

Tentó las piernas de la mujer nueva

Que afortunadamente no eran de carrara

Posó toda su palma sobre la hierbabuena

Y sintió que su mano agradecía

Viajó moroso y sabio por el vientre

Se conmovió con valles y colinas

Se demoró en el flanco y su hondonada

Que siempre era su premio bienvenido

Anduvo por los pechos eligiendo al azar

Y allí se quedó un rato descifrando

Con el pulgar y el índice reconoció los labios

Que afortunadamente no eran de coral

Y deslizó una mano por debajo del cuello

Que afortunadamente no era de alabastro

Pensó

Ojalá que no

Pero puede ser la última

Y si después de todo es la última vez

Entonces cómo cómo haré mañana

De dónde sacaré la fuerza del olvido

Para tomar distancia de esta orografía

De esta comarca en paz

De esta patria ganada

Apenas y a penas

A tiempo y a dulzura

A ráfagas de amor.”

Lo anterior es parte de las bellas letras, reflexiones, pasiones y sentimientos, que contienen los poemas del libro de Mario Benedetti: “El amor, las mujeres y la vida”. Una hermosa manera de invitarnos a no estar muertos en vida, a vivir entregada y apasionadamente, porque recordemos la bella canción del trio Los Panchos: “Sin un amor, la vida no se llama vida, sin un amor le falta fuerza al corazón, sin un amor el alma muere derrotada.”

 

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