España y México

Agustín Basilio de la Vega

Recuerdo mis clases de historia con la maestra Soledad Ramos Enríquez  conocida en Xalapa como “Cholita” en la primaria Susana Fontana. Este colegio se encontraba en la Calle de Nicolás Bravo número 3, donde hoy se ubica un café casi enfrente del Hospital Civil de Xalapa. Hace unos años se colocó una placa que ya desapareció lamentablemente.

Generaciones de xalapeños escuchamos y aprendimos de ella las emocionantes narraciones de los pasajes de la historia mexicana; tenía una biblioteca en la que destacaban obras como “México a través de los siglos” y los textos de lecturas preferidos eran los “antiguos” por lo que no usamos mucho los libros de “ciencias sociales” que promovió la reforma educativa de Luis Echeverría.

Cholita era admiradora de los Reyes Católicos, de Cristóbal Colon, los hermanos Pinzón y la escuela llevaba el nombre de la madre del navegante genovés “Susana Fontana”. En esos tiempos no había películas, ni diapositivas, ni videos y para explicar la hazaña del descubrimiento de América sólo pudimos contar con los emocionantes relatos de “Cholita” algunas láminas o posters y las lecturas que realizábamos.

Paradójicamente ahora con tanta información, o más bien con el cúmulo de notas falsas que opacan la realidad histórica pocos saben del extraordinario esfuerzo que realizó el visionario navegante Cristóbal Colon para poder obtener el financiamiento del viaje hacia “las Indias” vía el océano Atlantico:

El genovés intentó convencer a diferentes monarquías de emprender un viaje aprovechando que la tierra era redonda y llegar a las indias orientales por una nueva ruta. Ni portugueses, ni italianos entre otros creyeron en él, por el contrario, la Reina Isabel de Castilla se convenció de la importancia de ese viaje y lo financió con sus joyas.

Colón organizó la expedición con marineros de gran experiencia dispuestos a emprender el viaje que nadie había hecho; los que creían que la tierra era plana, pensaban que irían hacia una muerte segura y que enfrentarían grandes peligros desconocidos. El 3 de agosto de 1942, partió Colón del Puerto de Palos al frente de tres carabelas: La Niña, La Pinta y La Santa María que era la más grande.

Después de más de dos meses de navegar en mar abierto sin tener tierra a la vista, prácticamente sin comida y sin agua, la tripulación hacia planes de amotinamiento, cuando el 12 de octubre de ese mismo año, el marinero Rodrigo de Triana, desde La Pinta, divisó una isla (posiblemente Guananí en el archipiélago de la Bahamas). Cristóbal Colon bautizó esa isla como “San Salvador” en agradecimiento a Dios por haberles salvado la vida y la expedición.

Colón creyó haber llegado a las indias orientales pero otras expediciones y navegantes descubrieron que se trataba de un nuevo continente. Por Américo Vespucio recibió el nombre de Continente Americano pero fue gracias a la reina Isabel que España detonó el encuentro entre dos mundos como hoy sabemos. Unas décadas después, Hernán Cortes iniciaría una expedición que culminaría con la fundación del Virreinato de la Nueva España, uno de los reinos de ultramar más sorprendentes y que fué el origen de lo que hoy es México.  Lo que bien enseñan sabios maestros no se olvida.

@Basiliodelvega                              12 octubre de 2020