«El Comandante Fidel Castro fue el invitado especial a un espectáculo del Teatro Blanquita de La Habana. Al saber que Celia Cruz estaba en el cartel le solicitó al empresario  que ésta le inteepretara y le dedicara… «Burundanga». Ella instruyó a los músicos para decir que no traían la partitura  y que no se la sabían de memoria. Celia se salió por la parte atrás del escenario. el empresario la alcanzó y le dijo que su acción la dejaba sin salario. Ella se quedó sin paga y Castro… sin «Burundanga». Y es que en una ocasión anterior, el Comandante la mandó a traer para conocerla, y ella dijo: «A mi me contrataron para estar paradita junto al piano. Si quiere, que venga él». La nota y foto es de Carlos Díaz Barriga en «Milenio».