De los Ángeles a los Demonios

 

Dra. Denisse de los Angeles Uribe Obregón

Magistrada del Tribunal Superior de Justicia

 

Trabajo en equipo: Unidad y empatía

 

Uno de los valores humanos más importantes a lo largo de la historia, ha sido sin lugar a dudas la unidad, pues le ha permitido a la humanidad a través del apoyo mutuo y la suma de esfuerzos alcanzar logros difíciles de materializar individualmente.

Tal como lo afirmó desde el siglo IV a.C., el filósofo griego Aristóteles, el hombre es un zoon politikon, es decir, un animal social por naturaleza que se relaciona con otras personas y que, además, necesita de ellas para su supervivencia.

La vida en sociedad es una de las principales características de los seres humanos, situación que implica pluralidad, unión y convivencia, pero también confianza, pues a pesar de que existen diferencias que distinguen a unas personas de otras, las similitudes entre nosotros son aún mayores, sobre todo cuando tenemos objetivos comunes.

En toda institución, empresa o grupo, el trabajo coordinado es fundamental para alcanzar resultados positivos en beneficio de todos; a través de la suma de conocimiento, habilidades, esfuerzo y voluntades es posible conseguir metas de manera más ágil y eficiente, además de que también nos posibilita aprender y crecer de forma personal, toda vez que, cada logro grupal es resultado de esfuerzos y aprendizajes individuales.

Para hacer realidad las metas grupales, la comunicación comprensible y fluida es pieza clave, no puede haber coordinación si las personas no comunican y comparten sus ideas, inquietudes y puntos de vista; el diálogo y la empatía son fundamentales para lograr el éxito en todo proyecto.

La interacción entre los integrantes de un equipo debe ser constante; la disposición, participación, solidaridad y cooperación juegan un rol fundamental en la lucha por alcanzar objetivos comunes, principalmente cuando éstos son de carácter social o cuando de su realización depende el beneficio de otras personas.

Las acciones y actitudes de los integrantes de un equipo, específicamente, cuando se trata del servicio público, deben encaminarse a brindar a la sociedad, confianza y credibilidad, anteponiendo los intereses institucionales a los personales, trabajando siempre de la mano, en favor de causas justas, actuando de manera permanente con ética, honestidad y respeto.

El éxito de los equipos de trabajo implica compromiso, solidaridad, congruencia, colaboración e institucionalidad, pero sobre todo mucha unidad y empatía, a pesar de la diversidad de ideas y opiniones, siempre será posible encontrar coincidencias a través del diálogo, pues tal como lo señaló el doctor Stephen Covey: las fortalezas están en nuestras diferencias, no en nuestras similitudes.