- Rafael Palacios comentó en torno de la Séptima sinfonía de Beethoven y su versión de cámara, para nueve instrumentos de aliento.
- “Es para mí un honor presentarla en la sala Tlaqná de Xalapa, será la primera ocasión que se escuche en México”, aseguró .
Jorge Vázquez Pacheco..
Todo arreglo o transcripción de una partitura sinfónica para llevarla al contexto de la música de cámara entraña una historia, que puede ser tan interesante y singular como los motivos que impulsaron al arreglista; por lo mismo, interesa considerar los detalles en torno a la Séptima sinfonía de Ludwig van Beethoven que interpretará el viernes 20 de noviembre la Orquesta Sinfónica de Xalapa (OSX), bajo la dirección de Rafael Palacios.
El maestro huésped indicó que el programa se inscribe dentro de la línea “Investigación en interpretación”, en una serie denominada LIRIs (Laboratorios de Interpretación Retóricamente Informada), bajo el rubro Laboratorio Sturm und Drang, un proyecto conjunto con la OSX y que en esta ocasión ofrece la versión de la obra mencionada en instrumentación que requiere de dos oboes, dos clarinetes, dos cornos, dos fagotes y un contrafagot.
Los datos aportados por Palacios resultan elementales, revela que el autor de la adaptación quizá haya sido Wenzel Sedlàk (1776-1851), músico de origen bohemio, compositor y clarinetista que estuvo al servicio del príncipe de Auersperg y fue maestro de Capilla en Leichtenstein. Sedlàk es recordado por sus excelentes transcripciones de óperas y ballets, y en Viena fue el mayor exponente de este arte.
La versión original de la creación beethoveniana orquestal fue compuesta entre 1811 y 1812, y estrenada en Viena a finales del siguiente año. Palacios, especialista en música antigua, expuso que la versión fue revisada y autorizada para su publicación por el propio Beethoven en 1816, pero sólo se publicaron las partes de los instrumentistas, dejando fuera la impresión de la partitura general.
Había de por medio motivos financieros para que Beethoven accediera a publicar arreglos de sus obras. De acuerdo a una nota periodística en el Allgemeine Musikalische Zeitung, la casa editora vienesa Steiner ofertó “dos nuevas grandes sinfonías, la Séptima y la Octava”. Además, la Séptima se publicó para cuarteto de cuerdas, trío de cuerdas con piano, piano a cuatro manos y piano solo. De esta última, existe una transcripción debida a Franz Liszt, quien gustaba de interpretarla en parte por el gran afecto que le tenía.
Palacios especificó que la versión para nueve alientos muestra la tonalidad de Sol mayor, lo que difiere de la versión orquestal en La mayor y algunos breves recortes en el número de compases de los movimientos tercero y cuarto. Estos cambios autorizados, y quizá concebidos por Beethoven, se justifican en favor de reducir las exigencias en la resistencia de los intérpretes. En cambio, conserva la tonalidad de Fa Mayor para el Presto, fragmento que pone punto final a la obra.
La Sinfonía 7 en La mayor fue estrenada en 1813 para un concierto de caridad a beneficio de los soldados heridos en la batalla de Hanau. Fue un enfrentamiento entre Karl Philipp von Wrede y su cuerpo austro-bávaro, y el ejército francés de Napoleón, durante la guerra de la Sexta Coalición. El ejército de Wrede intentó bloquear la retirada de las fuerzas napoleónicas el 30 de octubre, pero el caudillo francés llegó antes a Hanau y con refuerzos derrotó a la milicia enemiga. El 31 de octubre la ciudad pasó a control francés, dejando a Napoleón una línea de salida hacia París.
La partitura y su preparación
“En los años ochenta y durante mis estudios en el Conservatorio Real de Bruselas, en la clase del profesor Paul Dombrecht, al final de curso todos los alumnos nos reunimos en su casa situada en medio de los campos de Flandes, entre Bruselas y Leuven. Accidentalmente me rompí la rodilla derecha y el profesor me llevó a la clínica universitaria donde el cuerpo de cirujanos hizo su trabajo. Paul cubrió todos los gastos médicos y de transporte”, rememoró Rafael Palacios.
“Ya en casa pregunté al profesor cuánto le debía por los gastos, a lo cual me respondió: ‘tengo conocimiento de que eres un buen copista y de que tienes buena caligrafía. Necesito que hagas la edición de la partitura general de la versión para nueve instrumentos de la Séptima de Beethoven, de la cual he obtenido las partes de cada instrumento hallados en la biblioteca de Bonn, en Alemania. Eso cubrirá los gastos de tu accidente’.”
Detalló que la necesitaban pronto para empezar a preparar la grabación con instrumentos antiguos. “Sin dejar pasar el tiempo, no solo recibí el material, sino la gran oportunidad de estudiar esta obra bajo una óptica inusual, es decir, nota por nota. Logré entender a profundidad esta magnífica sinfonía y generar una partitura que nos permitiría trabajar cómodamente durante los ensayos y grabación. Ésta se realizó en Brujas, Bélgica, en agosto de 1984 para la compañía Accent”.
La OSX con Palacios al frente da la posibilidad de apreciar, en el aniversario 250 del natalicio de Beethoven, esta magnífica obra en tan novedoso concepto.
“Es para mí un honor presentarla en la sala Tlaqná de Xalapa, será la primera ocasión que se escuche en México.”