- Esta acción engloba el conjunto equilibrado de acciones para la investigación, conservación, administración y uso dentro de los ámbitos académico, político, económico, educativo y turístico .
Carlos Hugo Hermida Rosales..
Arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y del Ministerio de Cultura de Perú, dialogaron el 19 de noviembre sobre la gestión de sitios arqueológicos nacionales y peruanos dentro del 26 Webinario Internacional de Arqueología, organizado por la Universidad Veracruzana (UV) a través del cuerpo académico (CA) Arqueología de Paisaje y Cosmovisión.
Este conversatorio denominado “Gestión y manejo de zonas arqueológicas”, contó con la participación de María Guadalupe Espinosa Rodríguez y Nelly Robles García, del INAH; y
Antonio Gamonal, del Ministerio de Cultura de Perú. La moderación la realizó Lourdes Budar, directora de la Universidad Veracruzana Intercultural.
Nelly Robles mencionó que la gestión del patrimonio arqueológico es la que permite a los arqueólogos llevar a cabo su trabajo, ya que engloba el conjunto equilibrado de acciones contemporáneas para su investigación, conservación, administración y uso dentro de los ámbitos académico, político, económico, educativo y turístico.
“La gestión es indispensable para llevar a cabo la divulgación de nuestro trabajo, y es aquella que ejecutamos en un mundo demandante que sólo está pendiente a lo económico y lo político”, enfatizó.
Compartió que entre los precursores de la gestión del patrimonio arqueológico a nivel nacional se encuentran Alfonso Caso, Manuel Gamio, Román Piña Chan, Manuel Gándara e Ignacio Bernal.
Explicó que la gestión del patrimonio arqueológico busca investigar, conservar y difundir el patrimonio cultural, en cumplimiento con dictados nacionales e internacionales; e identificar e integrar a las comunidades relacionadas a las acciones de conservación del bien patrimonial, y así coadyuvar a mejorar su calidad de vida.
Además de contribuir con la educación del público mediante estrategias de visita diseñadas en concordancia con la conservación del patrimonio cultural.
María Espinosa compartió que en México existen cerca de 54 mil sitios arqueológicos inscritos en el Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicas e Históricas
Puntualizó que de éstas, 194 son consideradas zonas arqueológicas de manera oficial, es decir, espacios con límites establecidos en los que existen vestigios arqueológicos expuestos y consolidados para su apreciación, que reúnen las condiciones de infraestructura, custodia y señalética necesarias y suficientes para ser visitadas por el público.
Comentó que un buen manejo de las zonas arqueológicas puede ser detonante para el desarrollo social de las comunidades aledañas, y explicó que se pueden incentivar estrategias de turismo comunitario a través de las cuales la población local pueda identificar los recursos turísticamente explotables con los que cuentan.
Antonio Gamonal mencionó que el ciclo de gestión de un espacio patrimonial debe comenzar con su identificación, para poder hacer el registro de su estado situacional.
Comentó que con ese registro se pueden ver cuáles son las acciones que deben realizar tanto los arqueólogos como el gobierno, con base en los recursos disponibles.
Una vez definidas éstas, que pueden ser limpieza, delimitación y saneamiento, se deben identificar a los actores involucrados y los intereses que tienen sobre ese patrimonio, que son variados y legítimos; posteriormente se podrán planificar las que se realizarán en ese espacio, para que se pueda llevar a cabo su ejecución.
“Se debe buscar que las acciones no se lleven a cabo sobre propiedad privada, ya que de lo contrario el dueño podría reclamar derecho de los espacios en que se trabajó”, enunció.
Comentó que después de todo este proceso se podrá realizar la operación y mantenimiento del lugar y así recoger los frutos del trabajo realizado.