La inflación desaceleró por primera ocasión desde inicios de junio. En la primera quincena de noviembre el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) llegó a 3.43 por ciento anual, impulsado por el costo en los alimentos y bebidas empaquetados que parcialmente compensó la caída en los energéticos.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) exhibió también que para un periodo similar, el crecimiento de 0.04 registrado en los primeros quince días de noviembre de 2020 es el más bajo desde 1994.
Con esta baja, la inflación vuelve al objetivo del banco de Banco de México, que es de 3 por ciento con un margen de variación de +/- 1 por ciento.
Por tipo de consumo, los alimentos y bebidas se encuentran entre los bienes que más se encarecieron respecto al mismo periodo del año pasado, al aumentar 7.26 por ciento; asimismo, las bebidas alcohólicas y tabaco crecieron 8.02 por ciento.
El organismo detalló que por componente el índice de precios subyacente retrocedió 0.11 por ciento quincenal, con una variación anual de 3.68 por ciento, mientras el no subyacente creció 0.51 por ciento quincenal y 2.67 por ciento anual.
Así la electricidad fue el insumo cuyo encarecimiento más incidió en el INPC de la primera quincena de noviembre, le siguieron al pollo y el huevo; mientras la gasolina de bajo octanaje fue el componente que más se redujo, seguido por el jitomate y el combustible de alto octanaje.
Por estados, en Sonora, Sinaloa y Baja California se registró la mayor inflación, del otro lado se encontraron Durango, Puebla y Veracruz con caídas en el INPC.