Redacción Sin Fronteras.
– La nueva ola de la pandemia de COVID-19 que ha golpeado el sur de Estados Unidos contribuyó a la propagación de contagios en una porción del norte de México, zonas con una intensa dinámica binacional, consideraron especialistas.
Los expertos plantearon que una parte del acelerado brote que Ciudad Juárez, estado de Chihuahua (norte), enfrentó desde octubre pasado se explica por el marcado aumento de casos en el vecino condado de El Paso, convertido en un epicentro de la pandemia en el estado de Texas (Estados Unidos).
Pero, mientras el Gobierno del estado de Chihuahua ordenó un «súper cierre» temporal que contuvo la pandemia en su ciudad más poblada, los dos principales líderes de El Paso, de partidos opuestos, se enfrascaron en un duelo con reglas contradictorias y el pico de casos no se ha frenado.
Las decisiones para contener el brote tomadas por las autoridades de El Paso son un botón de muestra de la desarticulada respuesta de Estados Unidos frente a la pandemia, lo que ha llevado a que sea el país más afectado a nivel global, relató a Xinhua el internacionalista y académico de la Universidad Anáhuac Adolfo Laborde.
«Hay una fragmentación de políticas públicas y cada condado, cada estado, está trabajando de acuerdo con sus propios lineamientos y, además, hay una gran confusión por parte de los pobladores», apuntó.
El experto planteó que el Gobierno estadounidense no ha tenido una respuesta eficaz contra la COVID-19 y, tras ocho meses, seguía debatiéndose si se utilizaba una política pública única para enfrentarla.
Después de 13 millones de casos y más de 260.000 decesos en Estados Unidos, el presidente Donald Trump no ha querido establecer mecanismos de control severos y durante mucho tiempo se negó a utilizar mascarilla, recordó el experto.
Expuso que los lineamientos de Trump se siguen particularmente en un estado republicano como Texas, donde el gobernador, Greg Abbott, ha descartado volver a cerrar negocios aunque a inicios de noviembre la entidad fue la primera del país en superar el millón de contagios.
La postura del republicano tiene un «efecto cascada» en la población con su mismo perfil ideológico, que tampoco usa mascarilla, duda de la existencia de la COVID-19 y decide hacer viajes de turismo a México como si no hubiera riesgos, consideró el académico.
La expansión del virus ha abrumado en el último mes los hospitales en El Paso y obligado a las autoridades a habilitar morgues móviles refrigeradas por el aumento de muertes, en un brote que la prensa ha reportado como parte de la nueva ola de la pandemia en Estados Unidos.
Ante el avance de casos, el juez del condado, Ricardo Samaniego, un demócrata, ordenó a finales de octubre el cierre temporal de negocios no esenciales, pero el alcalde republicano, Dee Margo, lo contradijo y el fiscal general de Texas, Ken Paxton, desafió la instrucción ante un tribunal.
Según el recuento de la Universidad Johns Hopkins, El Paso, con más de 84.000 infectados y 900 muertes, figuraba entre los 15 condados estadounidenses más afectados por la pandemia tras escalar posiciones ante el repunte acentuado a partir de septiembre.
La directora del Departamento de Estudios Sociales del Colegio de la Frontera Norte (Colef), María del Rosío Barajas, explicó a Xinhua que era innegable que el brote en El Paso contribuyó a la propagación que afectó a Ciudad Juárez a través del tránsito de personas.
Barajas ha estudiado estos meses la influencia de la movilidad transfronteriza en la pandemia del lado mexicano.
La profesora investigadora explicó que Ciudad Juárez y El Paso tienen una agitada movilidad circular por sus vínculos comerciales y culturales, sin que los viajes desde el lado estadounidense se redujeran durante la pandemia.
México y Estados Unidos mantienen desde marzo restricciones al tránsito no esencial en toda la frontera común. Sin embargo, el alcalde de Ciudad Juárez, Armando Cabada, afirmó que los cruces a la urbe mexicana se realizaban «indiscriminadamente» y contribuían al aumento de contagiados.
«Están contribuyendo de manera muy activa a la expansión del virus y, con ello, al número de contagios», aseguró Cabada el pasado mes de octubre en una carta que envió a la Cancillería mexicana pidiendo evitar ingresos no esenciales desde territorio estadounidense.
A la fecha, la ciudad industrial, con 1,5 millones de habitantes, acumulaba más de 20.000 casos confirmados y 2.000 muertes por el brote, con más de la mitad de los infectados y decesos registrados desde inicios de octubre, según las autoridades sanitarias de Chihuahua.
Dada la acelerada propagación, Chihuahua se convirtió el 23 de octubre en el primer estado de México en volver al nivel rojo de alerta sanitaria, el más alto, e impuso «restricciones de movilidad extrema» por 14 días para cortar la cadena de propagación.
El Gobierno de la entidad afirmó esta semana que las medidas restrictivas, como cierres o reducción de operación de actividades no esenciales, funcionaron para reducir el número de casos, aunque algunos hospitales seguían saturados por contagios de semanas previas.
Las autoridades locales han expresado su preocupación de que se vuelvan a incrementar los contagios a causa de viajes por las próximas festividades decembrinas, cuando mexicanos residentes en Estados Unidos regresan a México para celebrar Navidad con sus familias.
«Sé la necesidad que tenemos de encontrarnos con las familias, pero Estados Unidos está muy complicado y Texas más, que piensen en sus familias, si realmente las quieren mantener con vida mucho tiempo», exhortó el viernes el gobernador de Chihuahua, Javier Corral.
La académica del Colef consideró necesaria una coordinación entre autoridades en ambos lados de la frontera, con acciones que contemplen que muchas personas cruzan a Ciudad Juárez a reuniones o compras en tiendas que no cumplen con rigor protocolos sanitarios que eviten la propagación.
«Tendría que haber un reconocimiento de que tenemos una movilidad circular totalmente, que la gente va viene, viene va, y que entonces tendríamos que estar dando seguimiento a todo este tipo de movilidades», expuso Barajas.
Con información de Xinhua-.
Foto de archivo.