Lugar:
Fuente:
Universidad Veracruzana

  • El ganador del Premio “Arte, Ciencia, Luz” 2020 afirmó que no se arrepiente de haber salido de su estado natal, Chiapas, para ganar en conocimientos acordes a su deseo de preparación. 

 

Rogelio Daniel Villar Beltrán, egresado de la Licenciatura en Biología Marina, obtuvo el premio “Arte, Ciencia, Luz” correspondiente al Área Académica de Ciencias Biológicas y Agropecuarias

Rogelio Daniel Villar Beltrán, egresado de la Licenciatura en Biología Marina, obtuvo el premio “Arte, Ciencia, Luz” correspondiente al Área Académica de Ciencias Biológicas y Agropecuarias.

 

José Luis Couttolenc Soto.. 

 Originario de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, Rogelio Daniel Villar Beltrán, quien obtuvo la Licenciatura en Biología Marina por la Universidad Veracruzana (UV), en la región Poza Rica-Tuxpan, afirmó no estar arrepentido de haber salido de su estado natal para formarse profesionalmente en esta casa de estudios y ganar conocimientos acordes a su deseo de preparación, “conocer lo relacionado con la biodiversidad marina”. 

Con su trabajo recepcional “Parásitos metazoos branquiales del peto Scomberomorus cavalla (Cuvier, 1829) en Barra de Chachalacas, Veracruz, México”, Villar Beltrán ganó el Premio “Arte, Ciencia, Luz” 2020 en el Área Académica de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, logro que, dijo, “me dio mucho gusto y me llena de satisfacción y orgullo, porque siento que valió la pena salir de mi estado natal; éste es un reconocimiento a las horas y días que dediqué al estudio tanto en el aula como en el laboratorio y en el trabajo de campo”. 

El universitario compartió la alegría de saberse ganador del premio y explicó que desde pequeño sintió atracción por conocer todo lo relacionado con la biodiversidad marina, por lo que llegado el momento de elegir una carrera universitaria no dudó en buscar una que llenara sus aspiraciones. 

Me decidí por Biología Marina porque consideré que me daría la oportunidad de conocer y aprender lo relacionado con la amplia variedad de seres vivos que existen en el mar, tanto especies micro como macroscópicas, creo que se conoce poco de lo maravilloso que es ese ecosistema. 

Después de muchos años de querer aprender más sobre el mar, busqué opciones y encontré que la Universidad Veracruzana oferta la carrera para formar profesionistas que puedan trabajar los procesos biológicos de los organismos marinos, me postulé y logré ingresar”, indicó. 

A la pregunta de por qué eligió ese tema de tesis, respondió que en el curso de la carrera se dio cuenta de que en el área de la parasitología, concretamente en la ecología marina, no hay suficiente información de especialistas en algunos temas como ballenas, tiburones y arrecifes, entre otros. 

“También observé que trabajos publicados sobre temas marinos son muy pocos y eso me llevó a elegir mi trabajo de investigación, a fin de reunir información que me permitiera determinar la composición de especies de parásitos metazoos en las branquias de Scomberomorus cavalla, en la Barra de Chachalacas, Veracruz.” 

Dijo que durante el trabajo de campo realizado colectaron, de mayo a julio, 34 branquias en las capturas a través de pesca artesanal, conservándolas en formaldehido al 10 por ciento y revisándolas posteriormente para la extracción de los parásitos. Precisó que en total obtuvieron 492 individuos, pertenecientes a siete especies de monogéneos (83.3 por ciento), cuatro de trematodos (8.3 por ciento), dos de copépodos (6.1 por ciento) y una de nematodo (2.2 por ciento). 

Los monogéneos con parámetros de infección más altos fueron Gotocotyla acanthura, con una prevalencia del 91.2 por ciento y una intensidad media de 5.5±8.3, Mexicotyle mexicana con 70.6 por ciento 5.2±4.4 y Scomberocotyle scomberomori con 55.9 por ciento y 5.7±6.6. 

Tras reconocer que durante la carrera les dan los conocimientos necesarios y las bases para la investigación, Villar Beltrán expresó que una vez que egresan están preparados para insertarse en el ámbito laboral, ya sea en instituciones encargadas del monitoreo ambiental marino en zonas costeras, como en el sector privado en la vigilancia y mantenimiento de ejemplares marinos en cautiverio (acuarios), en granjas acuícolas dedicadas a la producción de camarón, ostión, langostinos y otras especies susceptibles de cultivo, o bien ubicarse dentro del sector pesquero que requiere de personal con formación profesional. 

Ávido de recibir más información sobre el área que le apasiona, la biodiversidad marina, el joven profesionista dio a conocer que actualmente cursa en línea la Maestría en Ecología Marina del Centro de Investigación Científica y Educación Superior de Ensenada (CICESE), con sede en Baja California, “porque aspiro a ganar más experiencia como biólogo marino”.