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La Razón Online

La calificadora de riesgo  aseguró que el país cuenta con una sólida posición externa y un manejo cauteloso de la política fiscal y monetaria.

 

La calificadora Standard & Poor’s (S&P) ratificó la calificación crediticia para la deuda mexicana en moneda extranjera en BBB y en moneda local en BBB+, lo que posiciona al país en categoría de grado de inversión, informó la Secretaría de Hacienda y crédito Público (SHCP).

«Lo anterior beneficia tanto al sector público como privado ya que se mantiene el acceso al financiamiento en los mercados nacionales e internacionales en condiciones favorables», señaló la dependencia en un comunicado.

La SHCP señaló que la calificadora de riesgo aseguró que el país cuenta con una sólida posición externa y un manejo cauteloso de la política fiscal y monetaria, y por la tanto esperan que la deuda se mantenga estable a partir del próximo año.

La calificadora también menciona que a la par de contener el déficit fiscal –que se mantendrá muy por debajo de países con similar calificación crediticia– el gobierno continúa llevando a cabo una ambiciosa agenda social, económica y política, a pesar de la pandemia. Todo esto sin dejar de priorizar la estabilidad macroeconómica y financiera.

En la explicación de su decisión, S&P Global destaca que anticipa que el compromiso de la administración con la responsabilidad fiscal permita estabilizar la deuda a partir del próximo año. Asimismo, la agencia resalta que un historial de políticas macroeconómicas prudentes ha contribuido a preservar la confianza de inversionistas y a tener un amplio acceso a mercados globales de capital, incluso en la compleja coyuntura económica actual.

La secretaría de Hacienda refirió que la decisión de S&P Global se suma a la ratificación de la calificación crediticia del país anunciada por la calificadora Fitch Ratings en noviembre pasado. Ambas agencias reconocen las políticas macroeconómicas prudentes y la solidez institucional del país.

En un comunicado, S&P Global Ratings expone que las calificaciones de México reflejan tanto las fortalezas como las debilidades de su democracia, que ha generado estabilidad política y cambios regulares de gobierno en las últimas dos décadas.

Esto, sin embargo, no ha detonado dinamismo económico en comparación con otros mercados emergentes ni ha mejorado la seguridad pública, acotó la agencia internacional de riesgo crediticio.

“En nuestra opinión, los pronunciados shocks por el Covid-19 y por el precio del petróleo, exacerban el crecimiento ya modesto de México. Esperamos una recuperación débil tras el impacto sobre el PIB en 2020 y estimamos que el crecimiento real del PIB per cápita se mantendrá por debajo del de sus pares que tienen un nivel similar de desarrollo económico”, añadió.

S&P comentó que a pesar del pronunciado golpe a la economía mexicana este año con una contracción de alrededor de 9 por ciento del PIB y su expectativa de una recuperación lenta, el Gobierno continúa aplicando políticas fiscales y monetarias contracíclicas conservadoras.

Si bien la deuda neta del gobierno general ha aumentado drásticamente, a alrededor de 50 por ciento del PIB este año desde 42 por ciento en 2019, en medio del mayor impacto al crecimiento desde la Gran Depresión, el déficit del Gobierno general debería ser de alrededor de 3 por ciento del PIB en 2020, mucho más bajo que sus pares dada la mesurada respuesta de políticas del gobierno.