- Ganó el Premio “Arte, Ciencia, Luz” con la tesis “La modernización del espacio urbano en el estado de Veracruz. Gobierno y obras públicas en la ciudad de Xalapa: 1877-1911” .
“Los primeros semestres fueron muy complicados, pues es una carrera que exige una gran preparación, sobre todo en el hábito de la lectura. La carrera no sólo consiste en hacer un recuento del pasado, sino en hacer un análisis de los hechos para entender el porqué de las acciones de aquellos héroes de nuestra patria o de cualquier suceso”.
Karina de la Paz Reyes Díaz..
Anahí García Rodríguez es una de las ganadoras del Premio “Arte, Ciencia, Luz” al mejor trabajo recepcional 2020 de la Universidad Veracruzana (UV), por su tesis “La modernización del espacio urbano en el estado de Veracruz. Gobierno y obras públicas en la ciudad de Xalapa: 1877-1911”.
El premio corresponde al Área Académica de Humanidades, nivel Licenciatura, como egresada del programa educativo de Historia.
En ocasión de este logro académico la joven se remontó al punto de partida de su vida universitaria, las dificultades que a ella y su familia les implicó y lo que significa el galardón que está próximo a recibir.
Anahí es originaria de Rancho Viejo, municipio de Tlalnelhuayocan, pero desde los tres años su familia se mudó a San Antonio, comunidad que pertenece al mismo municipio.
Sus padres son Teresa Rodríguez Rosas y Laureano García Lucido. Él se ha dedicado a trabajar en el campo desde muy pequeño, es campesino, y ella, además de dedicarse a los quehaceres del hogar, desde hace 23 años vende tortillas y gorditas, lo cual le implica viajar todos los días a Xalapa para ofrecer sus productos.
Anahí es la menor de siete hijos y remarcó que gracias al apoyo de sus padres, hermanos, docentes y demás personas, es que logró concluir su carrera universitaria. Es, también, la segunda integrante de su familia en concluir una carrera, pues su hermana María Isabel estudió Pedagogía.
“Desde la primaria obtuve la beca del programa social Oportunidades”, rememoró; “cuando estaba a punto de concluir el último semestre en el Telebachillerato Colonia ‘Guadalupe Victoria’, ubicado cerca de la Luz del Barrio, mi maestro, Santos Eduardo Córdoba García, nos alentó a mis compañeros y a mí a presentar examen en la Universidad Veracruzana”, agregó.
Para ella, aquélla fue una experiencia bonita porque para completar el pago de la ficha de inscripción realizaron venta de productos de limpieza y de la canasta básica. De igual manera, gestionaron con el Ayuntamiento, en ese entonces presidido por Arianna Ángeles Aguirre, para que colaborara con el pago de la ficha.
“Gracias a un esfuerzo colectivo se logró pagar la ficha de inscripción de todos aquellos que estábamos por egresar.”
Ella hizo examen para ingresar al programa educativo de Derecho, pero los resultados no fueron los esperados; no obstante, su puntaje sí favoreció para ingresar en otra carrera de la UV y fue cuando optó por Historia.
“Los primeros semestres fueron muy complicados, pues es una carrera que exige una gran preparación, sobre todo en el hábito de la lectura. La carrera no sólo consiste en hacer un recuento del pasado, sino en hacer un análisis de los hechos para entender el porqué de las acciones de aquellos héroes de nuestra patria o de cualquier suceso.”
Anahí tenía la intención de cambiarse de programa educativo, pero gracias a la preparación y profesionalismo del profesorado de la Facultad de Historia desarrolló un “amor por la profesión”. Para ella, “gracias a la Historia es que podemos comprender nuestro presente”.
Al preguntarle sobre su tesis, consideró que se trata de una investigación interesante “porque en ella encontramos la importancia que tuvo para la clase dirigente modernizar el espacio público, es decir, su embellecimiento”.
Primero, dijo, para dar una imagen de progreso material, pues muchas de las edificaciones (como sitios de esparcimiento y vías de comunicación) eran termómetros que median el grado de progreso de algún espacio determinado.
“El progreso material iba de la mano del social, pues también se concentró gran parte del recurso monetario en la construcción de escuelas cantonales, de la primera Normal Veracruzana y espacios para el desarrollo de las artes y la cultura.”
De igual manera, continuó, se anhelaba la formación de una nación secular y moderna; en ese contexto, mencionó que posterior a la separación Estado-Iglesia, a raíz de la promulgación de las Leyes de Reforma, el país comenzó una nueva etapa, que recayó en la importancia de resaltar e inculcar en los nuevos ciudadanos valores cívicos.
Es por ello que en la segunda mitad del siglo XIX, en Xalapa y todo el territorio veracruzano, se vislumbra la exaltación de los héroes históricos, mediante la colocación de monumentos y al atribuir a parques y calles la nomenclatura de nombres de personajes ilustres.
“Mi investigación consiste en la revisión de los reglamentos de política local de aquellos años y de los informes de los gobernadores, para comprender los símbolos del progreso material y social de aquella época.”
Consideró que es un tema importante de mencionar, pues muchas de las construcciones que ahora se vislumbran en Xalapa son obra de los ideales de aquellos hombres patrióticos, como Teodoro A. Dehesa y Juan de Luz Enríquez.
“Constituye el inicio de nuestro progreso social y material, por lo tanto es necesario recordar a los gobiernos actuales que deben continuar aquella obra. Ya está sembrada la semilla en la construcción de escuelas, parques, mercados, vías de comunicación, entre otras, pero es necesario dar mantenimiento y proveer de las principales necesidades que se tengan en las aulas, la salud y educación de los veracruzanos.”
Para Anahí, el Premio “Arte, Ciencia, Luz” fue una gran sorpresa, ese día estaba trabajando y además había olvidado la fecha en que saldrían los resultados. “Me enteré por mi amigo y colega Cristian Montano; mediante una llamada de felicitación me invitaba a revisar los resultados”, relató.
“Para mí, ganar es una señal de que estoy en el camino correcto. Que debo seguir mi preparación como historiadora y que es un gran logro en mi profesión.”
La universitaria aprovechó la ocasión para externar un reconocimiento y las gracias a sus padres, que siempre han estado a su lado y la han motivado a nunca darse por vencida.
Otra persona que influyó para ser acreedora del premio fue precisamente su director de tesis, el profesor-investigador Luis Juventino García Ruiz.
Para concluir la entrevista, Anahí expuso que para ella es un honor ser egresada de la UV y experimenta orgullo por pertenecer a esta casa de estudios.
A todos los estudiantes de la UV, les dijo: “Deseo que siempre luchen por sus sueños y que a pesar de las dificultades siempre demuestren su amor por su respectiva profesión”.