- Permitió la presencia de destacados intérpretes y compositores, sin gastos de traslado o viáticos.
- “Independientemente de futuras restricciones sanitarias, la siguiente edición será híbrida”: Leonardo del Castillo.
Jorge Vázquez Pacheco..
Las restricciones impuestas por la emergencia sanitaria y los efectos de la pandemia por Covid-19, abrieron novedosas posibilidades a la realización del Festival Nuntempa, comentó Leonardo del Castillo, integrante del Trío Chopin de la Universidad Veracruzana (UV).
“Para estructurar la edición 2020 siempre estuvimos con el Jesús en la boca”, comenta el también académico en la Facultad de Música y pianista con posgrado en Concertismo y Música de Cámara por la Kunstuniversität de Graz, en Austria.
“No estábamos seguros de concretar un encuentro artístico completamente virtual, en el que convocaríamos a un amplio sector de la sociedad musical no sólo de Xalapa y Veracruz, sino de todo el país, músicos profesionales con vida activa, así como alumnos y jóvenes que apenas inician su carrera. Pero dentro de todo lo malo que significa la pandemia, tuvimos a la mano la amplia oportunidad de lograr una reunión diferente con presencia de artistas de gran renombre internacional.”
Agregó que siempre había tenido en mente la idea de atraer invitados de otros países, pero el asunto monetario complicaba las cosas. “Comenté con ellos la posibilidad de que aportaran sus actividades grabadas, a lo que accedieron con excelente disposición. Así, tuvimos la oportunidad de contar con la presencia de la magnífica Orquesta Sinfónica de Heredia, en Costa Rica, que dirige Eddie Mora. Nos hicieron llegar grabaciones formidables con música de Revueltas y Ligeti”
El compositor venezolano David Longa también envió excelente material, lo mismo que los españoles Dúo Ditirambo y Ensamble María de Pablos, entre muchos otros. Se trata de artistas jóvenes con una trayectoria bastante exitosa en el mundo musical.
“A la convocatoria respondió una impresionante cantidad de artistas que nunca habían participado por cuestiones de tiempo y de presupuesto. Ésa ha sido la enorme ventaja del evento virtual.”
Al preguntarle respecto a los artistas nacionales, respondió: “No fueron pocos, entre ellos Luis Santiesteban, quien se desempeña para la Universidad Autónoma de Puebla; Emiliano Dorantes, joven de amplia carrera como compositor; la violinista Maja Maklakiewicz estrenó una obra. Desde un mes antes teníamos reunida la totalidad del material para la organización de los programas. Pudimos presentar el ciclo completo de los madrigales de George Crumb en interpretación de la mexicana Teresa Navarro Agraz, una de las máximas exponentes del canto en la música nueva. Se trata de una obra complicada, pero curiosamente fue esta clase de programas los que registraron mayor audiencia”.
Además, el Trío Chopin interpretó el Trío número 1 de Shostakóvich; una partitura para violín y piano de Raúl Ladrón de Guevara interpretada por su hija Isabel y por Maja Maklakiewicz, así como el estreno absoluto de una pieza experimental que hace referencia a la realidad de la contingencia mediante música y recursos multimedia. Fue creada por el violinista Lázaro Jascha González y se denomina Malli (que en náhuatl significa prisionero, cautivo de guerra) y con ella cerró el festival.
Comentó que para la siguiente edición, independientemente de que haya o no actividad presencial, recurrirán a la tecnología. “Nos aporta la oportunidad de contar con invitados internacionales, de modo que desde ahora ya trabajamos sobre un festival híbrido en que haya conciertos en directo, pero al mismo tiempo la oportunidad de invitar a colegas que no podríamos tener físicamente. Afortunadamente el festival ha tenido gran aceptación y muchos desean participar sin la exigencia de honorarios o viáticos. Ellos aportarán clases maestras, conferencias y conciertos virtuales”.
Por último, al preguntar por qué es importante difundir la música contemporánea en nuestro contexto, dijo que la gente le tiene respeto a la nueva música básicamente porque no la conoce. Si la música de concierto puede resultar compleja y difícil, imaginemos la de reciente factura.
“Nuestra estrategia de trabajo se centra en la música de los siglos XX y XXI, que han sido muy ricos en manifestaciones que incluyen expresiones experimentales y obras de vanguardia, pero también con influencia del jazz y de folklor. Contiene una riqueza enorme y para todos los gustos. He registrado comentarios de quienes se acercaron al festival por curiosidad y se quedaron a las siguientes transmisiones, me dicen que les sonaba un tanto extraño, pero nada desagradable. Es un arte sonoro que nos deja algo, que aporta conocimiento y que, por añadidura, conlleva la intención de apoyar la nueva creatividad y a los compositores jóvenes.”
El pianista y director artístico de Nuntempa reconoció el apoyo de la UV, a través de su Dirección de Difusión Cultural. “Siempre hemos contado con ese respaldo, pero este año lograron milagros. Es un equipo muy pequeño para tan enorme trabajo, se movieron a marchas forzadas con profesionalismo impresionante sin el cual nada hubiera sido posible”.