1) «El trabajo de amarte.. como tú debes ser amada.. el trabajo solamente mío. 2) Y mis enfermedades, mi desdicha.. mi soledad que nada.. conseguía quitar, ¿qué cosa fueron.. si no lecciones duras.. de amor, que me obligaban a buscarte?. 3) Mis pasos, los primeros..sin que nadie pudiera sospecharlo.. me llevaban a ti. Cada palabra.. que mi boca aprendía.. me preparaba a pronunciar tu nombre. 4) Cuando jugaba estando solo.. jugaba a estar contigo.. 5) Después de cada gozo conseguido.. de cada sed vaciada.. de cada esfuerzo pleno.. estabas esperándome tranquila. 6) Ya ves por qué te quiero bien ahora.. mi amor no es cosa nueva,.. como a la muerte, irremisiblemente.. desde el nacer te estaba destinado». Los incluyó Francisco Morosini en su libro «El frágil recuerdo». Tanto a Bonifaz Nuño como a León Felipe, «Paco» refiere en el texto, que los conoció un domingo cerca de la Calzada de los Poetas, en el Bosque de Chapultepec, en la ciudad de México, donde los poetas expresaban de propia voz sus creaciones».