- La investigadora de la Universidad Iberoamericana ofreció la conferencia “Los imaginarios mexicanos del espacio exterior, desde la tecnociencia y el arte” .
José Luis Couttolenc Soto..
La investigadora del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana, Anne Warren Johnson, ofreció la conferencia magistral “Los imaginarios mexicanos del espacio exterior, desde la tecnociencia y el arte” y señaló que no obstante tener un programa espacial incipiente, México cuenta con una tradición milenaria en la observación de estrellas.
El miércoles 16 de diciembre, la integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) Nivel 2, participó en las actividades del vigésimo aniversario de la Licenciatura en Antropología Histórica de la Universidad Veracruzana (UV).
Mencionó que son poco más de 500 las personas que han podido ir al espacio, en su mayoría estadounidenses y europeos, “aunque últimamente ha habido una diversificación de los cuerpos en el espacio”, lo que ha llamado su atención para trabajar, dentro del contexto mexicano, “sobre los futurismos indígenas, ver cómo desde la cultura indígena se imaginan un futuro, ya que tenemos tendencia a pensar en los indígenas como remanentes del pasado, como una relación a preservar la tradición, siempre como una referencia del tiempo pasado, pero ¿cómo se están imaginando futuros desde esa cultura?, ¿cómo se imagina el espacio afrofuturista?”.
La profesora e investigadora refirió que pensar en el espacio desde la antropología es una cuestión de escala, de ver más allá de lo local, estudiar no sólo el pasado y el presente, sino abrir otro panorama y pensar que como seres humanos existen muchas diferencias, particularidades y una gran diversidad, pero ver también que somos una especie que habita un planeta, “porque pensar en el espacio desde la antropología nos hace jugar un poco con escalas muy grandes y otras muy pequeñas”.
Anne Johnson consideró que algo importante que se ha hecho en este tipo de estudios es pensar en lugares que no son comunes para el espacio, como es el caso de México, que incorporó la tortilla a la dieta de los astronautas, que sirve como envoltorio para otros alimentos con la particularidad que no crea migajas (como el pan) y que en condiciones de gravedad cero pueden dañar las máquinas o controles de la nave.
Subrayó que si bien es cierto existe poca presencia mexicana en el espacio, sí hay presencia espacial en México desde épocas prehispánicas, sobre todo en lugares en donde se tiene percepción de presencia alienígena como en la Zona del Silencio (Chihuahua) y el Popocatépetl, entre otros lugares en donde se hace referencia a los ovnis.
Mencionó también la caída de meteoritos, como el de Bacubirito (compuesto mayormente de hierro) que fue encontrado en 1863 en Sinaloa, y es el quinto más grande y largo (4.13 metros) encontrado en el mundo, cuyo peso es de 20 toneladas.
En la plática sobre tecnociencia y arte, la profesora e investigadora dijo que la conquista mexicana del espacio está relacionada con la construcción de minisatélites para las telecomunicaciones, y destacó que la tecnología “nos va a salvar” dado que se utiliza mucho para la vigilancia de la tierra desde el espacio, así como la elaboración de mapeos.
Por lo que respecta a las visiones del arte, apuntó que éstas tienden a ser más críticas como el concurso de arte espacial que patrocina la Agencia Espacial Mexicana, en donde existe una visión imaginada del pasado prehispánico, con la idea de que el conocimiento del pasado nos va a lanzar hacia el conocimiento del futuro.
Para concluir su participación, Warren Johnson subrayó que “no es que vayamos al espacio, estamos en el espacio, la Tierra está en el espacio, y eso hace repensar en qué es el exterior y qué el interior; la línea de Kármán es el límite entre la atmósfera y el espacio exterior, pero estamos en el espacio”.
- La investigadora de la Universidad Iberoamericana ofreció la conferencia “Los imaginarios mexicanos del espacio exterior, desde la tecnociencia y el arte”
José Luis Couttolenc Soto..
La investigadora del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana, Anne Warren Johnson, ofreció la conferencia magistral “Los imaginarios mexicanos del espacio exterior, desde la tecnociencia y el arte” y señaló que no obstante tener un programa espacial incipiente, México cuenta con una tradición milenaria en la observación de estrellas.
El miércoles 16 de diciembre, la integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) Nivel 2, participó en las actividades del vigésimo aniversario de la Licenciatura en Antropología Histórica de la Universidad Veracruzana (UV).
Mencionó que son poco más de 500 las personas que han podido ir al espacio, en su mayoría estadounidenses y europeos, “aunque últimamente ha habido una diversificación de los cuerpos en el espacio”, lo que ha llamado su atención para trabajar, dentro del contexto mexicano, “sobre los futurismos indígenas, ver cómo desde la cultura indígena se imaginan un futuro, ya que tenemos tendencia a pensar en los indígenas como remanentes del pasado, como una relación a preservar la tradición, siempre como una referencia del tiempo pasado, pero ¿cómo se están imaginando futuros desde esa cultura?, ¿cómo se imagina el espacio afrofuturista?”.
La profesora e investigadora refirió que pensar en el espacio desde la antropología es una cuestión de escala, de ver más allá de lo local, estudiar no sólo el pasado y el presente, sino abrir otro panorama y pensar que como seres humanos existen muchas diferencias, particularidades y una gran diversidad, pero ver también que somos una especie que habita un planeta, “porque pensar en el espacio desde la antropología nos hace jugar un poco con escalas muy grandes y otras muy pequeñas”.
Anne Johnson consideró que algo importante que se ha hecho en este tipo de estudios es pensar en lugares que no son comunes para el espacio, como es el caso de México, que incorporó la tortilla a la dieta de los astronautas, que sirve como envoltorio para otros alimentos con la particularidad que no crea migajas (como el pan) y que en condiciones de gravedad cero pueden dañar las máquinas o controles de la nave.
Subrayó que si bien es cierto existe poca presencia mexicana en el espacio, sí hay presencia espacial en México desde épocas prehispánicas, sobre todo en lugares en donde se tiene percepción de presencia alienígena como en la Zona del Silencio (Chihuahua) y el Popocatépetl, entre otros lugares en donde se hace referencia a los ovnis.
Mencionó también la caída de meteoritos, como el de Bacubirito (compuesto mayormente de hierro) que fue encontrado en 1863 en Sinaloa, y es el quinto más grande y largo (4.13 metros) encontrado en el mundo, cuyo peso es de 20 toneladas.
En la plática sobre tecnociencia y arte, la profesora e investigadora dijo que la conquista mexicana del espacio está relacionada con la construcción de minisatélites para las telecomunicaciones, y destacó que la tecnología “nos va a salvar” dado que se utiliza mucho para la vigilancia de la tierra desde el espacio, así como la elaboración de mapeos.
Por lo que respecta a las visiones del arte, apuntó que éstas tienden a ser más críticas como el concurso de arte espacial que patrocina la Agencia Espacial Mexicana, en donde existe una visión imaginada del pasado prehispánico, con la idea de que el conocimiento del pasado nos va a lanzar hacia el conocimiento del futuro.
Para concluir su participación, Warren Johnson subrayó que “no es que vayamos al espacio, estamos en el espacio, la Tierra está en el espacio, y eso hace repensar en qué es el exterior y qué el interior; la línea de Kármán es el límite entre la atmósfera y el espacio exterior, pero estamos en el espacio”.