La Comisión Europea de Salud buscará ayudar a BioNTech para aumentar la producción de la vacuna, asegurando que los retrasos en la vacunación son por «la falta de capacidad de producción mundial».
«Entendemos que todo el mundo está mirando al ritmo de la vacunación. El cuello de botella en este momento no es el volumen de pedidos, sino la falta de capacidad de producción mundial. Esto también es cierto para BioNTech», dijo la comisaria en una entrevista con la agencia alemana DPA difundida por su servicio de prensa.
La vacuna desarrollada por BioNTech y Pfizer es hasta ahora la única autorizada tanto por la Unión Europea como la Organización Mundial de la Salud (OMS, y los países afrontan de momento escasez para inmunizar a toda la población, mientras crecen las críticas en algunos de ellos por la lentitud de la vacunación, en particular en Alemania.
En esta tesitura, BioNTech anunció ayer que aumentará su capacidad de producción y atribuyó la escasez actual en parte a la política de compras de la Unión Europea en la que el proceso ha sido más lento que en otras partes del mundo.
Kyriakides defendió la estrategia adoptada por Bruselas de invertir desde el principio en varias vacunas en desarrollo para asegurar que los países tenían acceso a una que resultase efectiva.
«La situación mejorará paso a paso. Hemos estado negociando para tener dosis adicionales de la vacuna de BioNTech mucho tiempo y estamos listos de nuevo para ayudar a expandir la capacidad de producción», dijo en la entrevista.
La Comisión Europea, que proporcionó 100 millones de euros en financiación a BioNTech para el desarrollo de la vacuna, obtuvo 200 millones de dosis de la misma en diciembre y ha ejercido una opción para adquirir 100 millones de dosis más.
Kyriakides recordó que otros fabricantes con los que la Unión Europea tiene contratos están a punto de ver aprobadas sus vacunas y que, si todas las candidatas reciben el visto bueno, Europa tendrá más de 2 mil millones de dosis disponibles. Las dosis conseguidas por Bruselas se distribuyen después de forma proporcional entre los países.
Además de la vacuna de Pfizer y BioNTech, la Agencia Europea del Medicamento tiene previsto aprobar este mes la de la estadunidense Moderna, mientras que la desarrollada por AstraZeneca y Oxford, que ya ha sido autorizada en el Reino Unido, aún no ha solicitado autorización en la Unión Europea, aunque se espera que lo haga pronto.
Foto de archivo de Milenio.