POR LA VERDAD Y LA CONFIANZA
¿La preocupa algo al Presidente?
Dra. Zaida A. Lladó Castillo
Es difícil suponer que el presidente Andrés Manuel López, aparentemente esté sentado viendo cómo se organiza la oposición para ganarle. Por supuesto que NO, porque si algo le preocupa es justamente ese tema.
Y le preocupa en serio, porque en el inicio del 2021, los números ya no son tan halagadores debido a diferentes factores, la mayoría atribuibles a decisiones erráticas de su gobierno en temas tan delicados, que han lastimado seriamente no sólo la economía, la salud y la seguridad de los mexicanos sino su propia autoestima y, ello, desde luego tiene respuestas adversa en su evaluación, por ello la baja de popularidad hacia su figura y la del partido que él formó, Morena, que lamentablemente no ha pasado de ser un movimiento popular.
De acuerdo a Consulta Mitofsky haciendo un comparativo a un año de diferencia, la popularidad del Presidente bajó de manera severa, pues del 12 de enero de 2020, en que éste tenía un porcentaje de popularidad del 59.6%, al 12 de enero de 2021, su popularidad cae a un 39.9%. Es decir, ésta se fue a la baja en un 19.7 %.
Y las causas están a la vista. No las inventan ni los neoliberales, ni los expresidentes o los que escriben o comentan las verdades todos los días en los medios. Los temas han sido tan delicados -desde el año próximo pasado-en salud, empleo, y sobre todo en políticas erráticas -con visión populista- como el obstinamiento de eliminar dependencias y organismos autónomos con el pretexto del ahorro nacional, trasgredir poderes y leyes sólo porque le cuestionan o estorban en su “proyecto” de nación, reducir la cuenta pública para cerrar programas prioritarios y sí dilapidar millones en programas sociales y en proyectos ostentosos , que por mal planeados, van rumbo al fracaso. Eso no se lo fabrican, él lo consciente y construye.
La pandemia, durante todo el año pasado dejó cifras lamentables, sumado a los primeros días de 2021, hoy el índice de fallecidos es superior a los 135 mil y los contagios más de 1.5 millones acumulados, no descendiendo los decesos diarios. Pero lo inconcebible es que si 2020, hubiera podido ser útil como experiencia para evaluar y corregir errores, no ha servido de nada porque no se ve voluntad de hacer que las fallas y problemas se resuelvan, en la protección del personal de salud, principalmente médicos y enfermeras, suministro de mejores equipos y de medicamentos para cáncer y otras enfermedades graves, etc. Y lo grave esta que aun con todo ello, el paquete económico aprobado para el 2021 redujo al presupuesto federal en salud, un 19.5 %, dejándolo en 2 mil millones de pesos. En contraste, con el presupuesto de 1900 millones de pesos para la construcción y remodelación de estadios de beisbol en el país; entiéndase, 10 mil millones menos que el presupuesto de salud nacional de un año. Eso, honestamente, es perder toda proporción de lo que es gobernar con visión, compresión y respeto a los derechos humanos de los ciudadanos de México, porque se les está poniendo en riesgo la salud y vida.
Otro tema que está afectando a la popularidad y al proyecto de gobierno del presidente, ha sido el estancamiento de la economía. A fines del 2020 los retiros por desempleo en Afores incrementaron de manera extraordinaria. Como afirmara Pedro Tello, consultor en economía: “Durante el mes de noviembre (2020) se retiraron mil 810 millones de pesos: esto es, un aumento del 55% con respecto al año pasado (2019), la gente se ha quedado sin empleo o ha tenido que aceptar salarios mas bajos ante la falta de apoyo” . Y no obstante que, solo en el mes de diciembre pasado, se perdieron 277 mil 800 empleos , hace inconcebible, que se haya recortado el presupuesto de la federación en el tema de Apoyo al Empleo en un 91% en su presupuesto para el 2021. En el presente año ese programa operará con 55.5 millones, la menor cifra alcanzada en los últimos sexenios. Vuelvo a sacar la comparación con la erogación en estadios de Beisbol.
Y ya no quiero tocar otros temas delicadísimos como: la inseguridad, el avance de la delincuencia, la corrupción con su “nueva generación de actores”, el manejo en la opacidad de los programas de gobierno, los contratos sin licitación, el endeudamiento de los estados porque no reciben sus aportaciones, la deuda externa, etc., etc.
Por otra parte. Si el gobierno federal dice que la prioridad son los pobres, por qué no ha recapacitado para operar de otra manera. Ha sido más fuerte su obsesión de dirigir la administración pública federal con ceguera populista, que recapacitar. No sería mejor pensar en las prioridades de los mexicanos, los que no tienen trabajo; en los comerciantes grandes, medianos y pequeños que cierran sus negocios y están endeudados sin ver pronta salida, o los riesgos en que están las grandes inversiones extranjeras en el país en materia de comunicaciones, el campo, los hidrocarburos, entre otros. Pues entonces no le extrañe al Presidente, que se esté minando la vida de su partido y la imagen propia. Y eso lo debe en verdad preocupar.
El 27 de diciembre pasado el Senador Ricardo Monreal hacia la declaración siguiente: “sin Andrés Manuel López Obrador en las boletas, de la contienda electoral 2021, al partido magenta le costará el doble de trabajo tener un resultado similar al del 2018”. Lo que hace aún más evidente el grado de intranquilidad de su equipo. Ello sin contar sus fracturas internas que se presentan por oleadas. Primero. Las relaciones de grupos, que quedan irreconciliables, después de la elección interna para la dirigencia nacional de Morena en el que se favoreció a Mario Delgado sobre Porfirio Muñoz Ledo. Segundo. Las inconformidades de su militancia al nombrarse dirigentes estatales sin tomar en cuenta a la militancia local, incluso ni a los gobernadores, existiendo estados en que éstas quedaron acéfalas. Tercero. Las designaciones -con encuestas amañadas– para sacar a sus precandidatos a los gobiernos estatales que estarán en contienda, y que ha derivado en éxodos de personajes que otrora fueran seguidores de AMLO a toda prueba.
Los observadores académicos y políticos como el Dr. Juan Carlos Montero, profesor de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tecnológico de Monterrey, dice sobre el caso Morena: “Se va a desinflar, y en ese sentido el llamado a las alianzas es un reconocimiento de esta situación y tratar de no perder tantos votos, tantos espacios”.
Pero el tema de las alianzas también está en veremos. No en todos lados le están funcionando, porque en algunas entidades las posiciones ideológicas de los grupos que aspiran dentro de este partido, contra las de otros que anteriormente fueran aliados, están chocando totalmente. Por ejemplo, en Nuevo León, con su aliado ancestral el PES, tuvo diferencias ideológicas -como el matrimonio igualitario- entre otras posiciones, e hizo que se fracturara finalmente la alianza.
Luego entonces el escenario ha cambiado radicalmente del 2018 al 2021. Si Morena con Andrés Manuel ganó en 2018 con el 53.19 del padrón electoral, hoy que sus circunstancias son diferentes -diametralmente-aspira alcanzar, al menos el 40% del padrón electoral para ganar algunas de las diputaciones federales y ciertos triunfos locales en las cámaras y ayuntamientos. Y para lograrlo tendrá que trabajar mucho. Porque lograr arrasar como lo hizo hace casi 2 años y medio, lo veo difícil. Y es que el tema de “las tribus” morenistas y su radicalismo, no permite construir alianzas internas y menos externas. Son pocos los que adquieren la calidad de militantes serios y, más, los que son “sectarios” y, cuando la irracionalidad se antepone a las conveniencias de un partido y de los ciudadanos, los acuerdos no se realizan y menos los concesos.
Así que la gran preocupación del Presidente es que, la elección del 2021, tanto a nivel local como federal, llega con un desgaste serio derivado de toda esa avalancha nacional. Y de ahí, la pretensión -en días pasados- de impedir que el INE, en voz de su titular suspendiera las mañaneras, -por principio constitucional y por haber iniciado el proceso electoral-, y le ordenara al Presidente cancelarlas. Pero la respuesta fue inconcebible -queriendo desviar la atención- lo adjudicó a que se le quería coartar la libertad de expresión, lo que obligó a Lorenzo Córdova a desmentir los argumentos presidenciales, y, tener que situar la polémica en su real sentido y exigir el acatamiento de la norma, lo cual tuvo que asumir. Y es que el tema de las mañaneras le han redituado el 60 % de su nivel de popularidad y al quitárselas, sabe que lo dejan sin margen de maniobra. Pero aún hay pendientes para Morena.
Uno. La selección de sus candidatos locales en el país que se espera difícil. Ya hubo parámetros que indican, que no en todos los estados las tiene consigo sobre todo por la mala selección de candidatos a gobierno, como el caso Guerrero –al abanderar a un personaje cuestionado y denunciado como presunto delincuente y violador–, que llevó al rompimiento interno como una consecuencia natural. Estando aun pendiente la etapa de las postulaciones de candidatos a cargos locales de diputados y ayuntamientos, que también se espera muy complicada.
Dos. La preocupación que les representa las alianzas de sus principales partidos opositores: PRI, PAN y PRD, que, pese a sus diferencias ideológicas, han antepuesto intereses superiores, teniendo como prioridad– para lograr acuerdos e ir juntos– el proyecto de nación y de estado, basado en el encausamiento del orden legal y social perdido y sobre todo para conservar la confianza de la sociedad.
Tres. El desencanto de la ciudadanía, que hoy ya se ha manifestado-tanto en forma organizada y aquella que no se hace visible pero que también vota-, que sin duda será la que decida la elección dentro de 5 meses.
Ante este panorama, hay quien asegura que su recurso más valioso estará en la estructura nacional de los programas de bienestar a través de los Servidores de la Nación, pues sería la única forma de contrarrestar toda esta avalancha de debilidades. Porque es claro que ésta, fue fríamente calculada pues se conformó en los 3 niveles de gobierno:1 millón 698 personas en el orden federal, 2 millones 234 mil en el orden estatal, y 995 mil en el orden municipal—estructura que le cuesta al país y cuya finalidad no debe ser viciada. Aunque en estos tiempos cada vez es más difícil, que un ciudadano que recibe un beneficio económico de un programa de gobierno, haciendo uso de su derecho, se convierta en reo de éste, y menos garantice de que va a votar por la opción a la que se le quiere dirigir. El ciudadano hoy considera un insulto a su dignidad, cuando se le quiere manipular con otros fines.
Por último, lo que es innegable es que AMLO tiene sus seguidores, pero su partido, no todos los que quisiera. Por lo tanto, no le queda otra, más que trabajar y sujetarse al escrutinio electoral en el mes de junio y dejar, que el pueblo de México evalúe y decida. Sin duda, será sano para él y para México. Gracias y hasta la próxima.