El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, detalló que, para empezar, México espera recibir 400,000 dosis de la Sputnik V en febrero.
Al final de la conferencia vespertina en Palacio Nacional, el subsecretario fue notificado de la decisión de la Cofepris, luego de que la mañana de este martes fue publicado en la revista especializada The Lancet el los resultados del estudio fase tres de la vacuna Sputnik V de Rusia, con un 91.6% de protección contra Covid-19.
“Cofepris acaba de otorgar la autorización de uso de emergencia a la vacuna Sputnik V, creada por el Centro Gamaleya de Epidemiología y Microbiología de Rusia. Po lo tanto, existe ya la posibilidad de que se importe y de que sea utilizada. Esta autorización le ha sido conferida a Birmex, biológicos y reactivos de México SA. De CV. Empresa pública que tiene ya desde hace un par de días un convenio jurídicamente vinculante para representar al gobierno ruso, específicamente el Fondo Ruso de Inversiones Directas y su compañía de vacunación para hacer este trámite, esto es alentador. Tenemos una nueva vacuna en el repertorio», dijo López-Gatell.
“El acuerdo con el fondo ruso es que, tan pronto estuviera disponible la autorización, ellos firman el contrato que ya lo firmó el secretario de Salud, Jorge Alcocer, el contrato está con su firma en su escritorio a buen resguardo, y a partir de que se libera su uso de emergencia, será enviado seguramente en los próximos minutos a Rusia. Los rusos firmarán y el compromiso de ellos es que en muy poco días ellos pueden poner el primer embarque de 200,000 esquemas de vacunación, es decir, 400,000 dosis ya para este mismo mes”, explicó.
La vacuna rusa contra Covid-19 funciona de forma similar a la vacuna desarrollada por AstraZeneca y la Universidad de Oxford en el Reino Unido y a la vacuna de Janssen desarrollada en Bélgica.
Utiliza un virus similar al del resfriado, modificado para ser inofensivo, como portador para llevar al organismo un pequeño fragmento del coronavirus. Tras ser vacunado, el cuerpo de una persona comienza a producir anticuerpos especialmente diseñados para el coronavirus.