Aunque muchos hombres no estemos muy habituados a estas cosas de la moda, a veces, consciente o inconscientemente somos presa de las orientaciones dominantes en cuanto a la apariencia masculina. Son, dicen los que saben y se ocupan de estas cosas, como una especie de péndulo que se mueve de un lado a otro y lo mismo que van y vienen. Primero fueron los metrosexuales que, de acuerdo con Wikipedia, “son hombres de la sociedad post-industrial urbana, que se caracterizan por un desarrollado interés por el cuidado personal, la apariencia y el estilo de vida sofisticado, a los que define la cultura del consumo y el mercadeo dirigido”; después vinieron los hipsters que, de acuerdo con El País, “son hombres que están en contra de los convencionalismos sociales, rechazan los valores de la cultura dominante, están en favor de las culturas populares locales y prefieren la comida orgánica” y después llegaron los lumbersexuales, que son hombres que vienen a conjuntar las dos tendencias anteriores: “hombres barbudos, con camisa a cuadros, que exudan feromonas (sustancias químicas que secretan los seres vivos, y que provocan comportamientos específicos en otros individuos de la misma especie), son básicos, ‘asilvestrados’, muy vinculados a la figura del nuevo hippie, a la naturaleza y que, en teoría, no cuidan su imagen”, es decir, los hombres de estilo lumber gustan de proyectar una imagen como de leñador (camisa a cuadros, jeans y botas mineras). ¿Es usted un lumber? Lo escribe Marco Aurelio González Gama, directivo de este Portal.