- Muchos pintores famosos enseñaban el oficio a sus hijos, pero se negaban a hacerlo con sus hijas, aunque vivieran en la misma casa.
Carlos Hugo Hermida Rosales..
Lucía Melgar Palacios inauguró la tarde del 11 de febrero el ciclo de charlas “En busca de una literatura propia. Narradoras latinoamericanas”, que se realizará todos los jueves hasta el 6 de mayo a las 19:30 horas, organizado por la Universidad Veracruzana (UV), la Universidad Autónoma de Nuevo León y la Fundación para las Letras Mexicanas.
La activista, catedrática, traductora e investigadora mexicana, afirmó que hasta antes del siglo XX los criterios masculinos excluyeron a las mujeres geniales que destacaban en alguna manifestación artística, y al no visibilizarlas las condenaron al anonimato.
“Por el contrario, muchos artistas hombres fueron encumbrados, aunque tuvieran problemas de alcoholismo o personalidad”, destacó.
Por mucho tiempo se menospreció a las escritoras, debido a que se pensaba que sus textos sólo trataban de temas cursis o sentimentales que a nadie interesaban, recordó.
En el pasado las mujeres no recibían una educación artística de la misma forma que los hombres, además carecían de acceso a las academias, y si lo lograban era con muchas restricciones: “Muchos pintores famosos enseñaban el oficio a sus hijos, pero se negaban a hacerlo con sus hijas, aunque vivieran en la misma casa”.
Relató que otro de los retos a los que se enfrentaron las mujeres artistas fue la ausencia de tradición propia, de modelos femeninos a los cuales imitar, y la falta de tiempo y espacio para dedicarse por entero al arte.
Mencionó que algunas artistas prefirieron no contraer matrimonio o no procrear hijos para continuar con su proceso creativo, pero explicó que para seguir sus sueños debían gozar de una independencia económica o tener la capacidad de vender.
“Dentro del ámbito artístico, contar con una base material es muy importante ya que la autonomía económica brinda cierto grado de bienestar para dedicarse a la creación de obras”, enfatizó.
Mencionó que Sor Juana Inés de la Cruz y María de Zayas fueron de las pocas escritoras que lograron ser reconocidas y romper con los estereotipos de su época.