Ricardo Cortés Alcalá, director de Promoción de la Salud, aseguró que de alrededor de un millón del personal de salud que está en línea de batalla contra el SARS-CoV-2, ya han inmunizado, con al menos una dosis, a 766 mil 257, por lo que solo restan 233 mil 743.

“Se ha estimado que el total de personal de salud es de alrededor de 1.1 millones de personas y ya se han aplicado 766 mil 257, entonces nos quedan más de 233 mil que pudieran estar en los otros supuestos de la atención del coronavirus”, explicó Cortés Alcalá.

Ante las protestas de trabajadores de la salud del Hospital Infantil de México, de institutos de Cardiología y Cancerología, el funcionario recordó que se consideró en la primera etapa de vacunación al personal con “un alto o muy alto grado de exposición potencial al virus SARS-CoV-2 y la meta es lograr cubrir a todos con las dos dosis de Pfizer».

En la primera línea, añadió, se priorizó a los trabajadores que están en unidades de salud quienes notifican al Sistema de Información de Vigilancia de Enfermedades Respiratorias (SIVER), y atienden a quienes solicitan atención hospitalaria por tener síntomas compatibles con covid-19.

Asimismo, los que hacen una primera evaluación médica para determinar la atención; quienes manejan, trasladan o trabajan en las unidades de terapia intensiva; en el laboratorio como el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológica, y los estatales que manejan pruebas; de apoyo hacia otros centros de diagnóstico; que atienden o detectan a personas con sospecha o con confirmación diagnóstica, quienes laboran en la atención prehospitalaria y atienden a pacientes con cuadros clínicos, o están expuestos a aerosoles.

Ricardo Cortés Alcalá precisó que en la segunda línea se encuentra el personal de salud en contacto con pacientes que laboran en cualquier unidad médica y no reportan a la Red IRAG o al Sistema de Vigilancia, tampoco están en el triage respiratorio, traslado o terapia de pacientes, tampoco identifican a los portadores o laboran en la supervisión de las áreas clínicas.

En la tercera línea, agregó, se encuentra personal de salud que no cumple con las definiciones previas y por sus funciones no los expone a estar en contacto con pacientes sospechosos o confirmados con covid- 19, incluyendo áreas administrativas y de apoyo.

“Lo que sugiero es que se acerquen con sus autoridades en la unidad hospitalaria en la que laboran para poder saber cuál será el tiempo en el que podrían recibir su vacuna. Todas las personas que trabajan en el Sistema Nacional de Salud somos de gran importancia para la atención de este epidemia, es nuestro derecho poder exigir que se nos vacune cuando nos toque”, añadió.

En la segunda etapa de la Estrategia Nacional de Vacunación, se está considerando, justamente, incluir a adultos mayores y, paralelamente, a todos los trabajadores de la salud: “En etapas posteriores, si todo sale bien y se reciben todas las vacunas que tenemos contempladas, todo el personal de salud tendrá una vacuna aplicada”.

Todo depende de cómo llegarán el resto de las dosis. “En este momento queremos darle una pisada al acelerador en la inmunización de las personas adultas mayores por el extraordinario beneficio que representa en la disminución de la mortalidad”.

Por ello, dijo, con los lotes que llegaron de Pfizer-BionTech y las de Coronavac, desarrollada por el laboratorio chino Sinovac, se están evaluando los municipios donde se logre una cobertura total. “Si tenemos 80 mil dosis se buscaría una alcaldía que se acerque más a cubrir todas las personas adultas mayores de esa demarcación”.

En una alcaldía como Benito Juárez, donde podría haber un mayor número de personas adultas mayores, se requeriría de un mayor número de dosis para poder cubrir a todas las personas y no solo a un sector.

Existe otra condición, añadió, que esa alcaldía tenga unidades de vacunación de alta eficiencia para vacunar a un número importante de personas.