América Móvil, dueña de un quinto de KPN, lanzó un paquete de bonos para recaudar 2,100 millones de euros que se previó serían para reforzar su presencia en esa operadora de los Países Bajos, pero el hecho de que el plan empata en tiempos con las subastas de espectro y construcción de infraestructura en América Latina, desvela que la empresa baraja su salida de KPN.
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¿Está preparando el empresario Carlos Slim su retirada de la telefónica KPN? Podría ser que sí. Las últimas señales que ha enviado América Móvil y el contexto global de la industria de telecomunicaciones después de un año de pandemia, más la necesidad de capital para despliegues de red con tecnología 5G, desvelan que América Móvil matiza su salida de una compañía de la que nunca pudo tener el control y después de una década en la que disminuyó su participación accionaria del 29 al 23.4, y luego al 19.3% en enero pasado.
América Móvil lanzó una emisión de bonos en los mercados de valores por 2,100 millones de euros, convertibles en 672.4 millones de acciones de la operadora KPN dentro de un periodo de tres años, al 2024. Llegado ese plazo, América Móvil pagará en efectivo a los compradores de los bonos o entregará las acciones de KPN. Esta maniobra del grupo mexicano tiró en 6.4% el valor de las acciones de KPN, una operadora cuyo directorio siempre se mostró reacio a ver AMX como dueña de todo el negocio.
Existen motivos que animan a América Móvil (AMX) a evaluar su retirada Koninklijke KPN, más allá de la frustración por no lograr el liderazgo de la compañía en diversos intentos a lo largo de diez años. Esta operadora, en el pasado un monopolio estatal de telefonía en los Países Bajos, llegó a descender 14% su valor de mercado en la Bolsa de Ámsterdam por los efectos Covid-19 del año pasado y al arranque de marzo su acción se recuperaba a los niveles de enero de 2020, de 2.7 euros por título. Las versiones de una absorción por parte del grupo sueco EQT en el octubre anterior apenas alentaron a que la acción de KPN despegara de los 2.01 euros. Toda la compañía tenía entonces una capitalización bursátil de 9,400 millones de euros.
Al otro lado del Atlántico, coto de América Móvil en telecomunicaciones, Carlos Slim alista su bolsillo para comprar bandas radioeléctricas en Brasil, México y Perú para coberturas 5G en procesos que competirá a Telefónica, Entel, Tigo, AT&T o Wom por los mejores bloques desde este mismo año. En Colombia repensará cómo construir infraestructura que no se vea obligado a compartir, después de que su empresa fue calificada allí como la incumbente del sector.
Más cerca de KPN, pero en Europa Oriental, la filial Telekom Austria agrega clientes de valor agregado, crece su ARPU y mejora su margen de Ebitda, por ello América Móvil recientemente contrató a Ericsson para crear el corazón 5G de las redes móviles de Telekom Austria, inversiones que un día pudieran llevar su señal hasta Ucrania.
La compañía necesita liquidez para ampliar coberturas 4G-LTE y construir 5G en la treintena de países donde oferta servicios; también para la escisión de su brazo de infraestructura para crear una suerte de Telesites Latinoamérica, y para recuperarse también de las inversiones por las unidades centroamericanas y brasileñas de Telefónica y Nextel, respectivamente, en las que desembolsó cerca de 1,500 millones de dólares en el último ejercicio.
Todo ello ya la animó a vender su operación móvil virtual de TracFone en Estados Unidos a Verizon, a quien le contrataba capacidad de red para vender sus servicios. La familia Slim vendió TracFone Wireless por 6,250 millones de dólares en efectivo y en acciones de Verizon, aun teniendo el control pleno de esa empresa que le reportaba 20.91 millones de usuarios, ingresos por más de 2,000 millones de dólares y con utilidad de 294 millones de dólares. TracFone era el tercer negocio de mayor relevancia para América Móvil después de México y Brasil.
Para Antonio Sandoval, analista financiero independiente, el plan con KPN hace sentido al contexto actual de telecomunicaciones en otros mercados de América Móvil.
“Lo calificaría como una tersa salida o una potencial salida de América Móvil de KPN, porque AMX ya emitió bonos convertibles y si los compra la gente, eventualmente la empresa regresará la inversión con acciones de KPN. Para qué seguir en un negocio con un socio que es incómodo. Es una maniobra muy inteligente. Las acciones son convertibles y usualmente si el inversionista compra un bono convertible de determinada empresa, es con la condición de que recibirá una acción”.
“Es altamente probable que con el paso del tiempo, al vencer los plazos, América Móvil entregue acciones y se vaya saliendo de sociedad con KPN. Ellos están pensando estratégicamente con lo que viene, pues están empatando los tiempos con subastas y despliegues en México o Brasil. Es su jugada para tener el capital necesario para de aquí al 2024 financiar sin problema toda esa infraestructura que necesitan en otros mercados”, dijo el analista Antonio Sandoval.
KPN, la compra más grande de un latinoamericano en Europa
América Móvil intentó desde el año 2012 comprar toda KPN. AMX ya era dueña de un tercio de la empresa y presentó una oferta de compra de 7,200 millones de euros por el 70.23% de las acciones de KPN que estaban en poder de otras manos. Aquella, en ese momento, hubiese sido la operación de mayor relevancia para un latinoamericano en las telecomunicaciones de Europa, territorio de operadores globales como Vodafone, Telefónica o Deutsche Telekom.
La oferta por KPN derivó después de que América Móvil elevara del 24.9 al 28% su tenencia accionaria en KPN, muy cerca del 30% establecido como límite en los Países Bajos para un accionista y que la obligaría a pensar en una oferta por la totalidad de la empresa. Pero desde entonces el resto de liderazgos en KPN consideró como “oportunista” la oferta de América Móvil y la rechazó, acusando que ésta se encontraba por debajo del valor real de la compañía.
Para América Móvil entrar a KPN era su primera avanzada en Europa —Ya había comprado un cuarto de Telekom Austria para ese momento—, tras fallar en un intento con Telecom Italia y después de haber incursionado en prácticamente todos los mercados de importancia de América, salvo en Canadá y Venezuela, pues allí el entonces presidente Hugo Chávez frenó la compra de CANTV y luego re-nacionalizó la empresa, después de que AMX presentará una oferta de compra por los activos de esa operadora.
Analistas pronosticaban que el ingreso como dueña de KPN, daría a América Móvil acceso a un mercado de 40 millones de europeos, neerlandeses y belgas, y apuntando a posibles alianzas e inversiones en Alemania, el mayor mercado en telecomunicaciones del continente.
En el intento por comprar KPN, los Slim se encontraron que Telefónica lanzó una oferta por la división alemana de KPN, conocida en esos días como E-Plus, que se convertiría luego en O2 y ahora, uno de los cuatro negocios más rentables para la empresa española.
Ambos grupos acordaron que América Móvil, máximo accionista de KPN por su 29.7% que llegó poseer de este operador, apoyaría la oferta de Telefónica por E-plus, a cambio de que Telefónica entregara el 20.5% de las acciones de Telefónica Deutschland a KPN. El pacto allanaba entonces la compra de KPN por AMX. Para amarrar la compraventa, el empresario Carlos Slim prometió además mantener la marca comercial de KPN y cotizar las acciones de la empresa en la Bolsa de Ámsterdam, más no en México o Nueva York.
En octubre de 2013, América Móvil retiró su oferta por KPN por la “obstrucción” de una fundación que representa a los accionistas minoritarios y que para entonces adquirió el 50% de las acciones de KPN. América Móvil, la décima empresa del mundo de su sector por sus 290 millones de consumidores móviles al cierre de 2020, había perdido su apuesta por KPN.
KPN también adolece de la Covid
Una serie de gastos e imprevistos, sumados a los efectos adversos de la Covid-19 pegaron a los ingresos de KPN en el ejercicio de 2020. La compañía reportó un beneficio de 561 millones de euros, 8.7% menos que en 2019. En todo el año, sus ingresos cayeron 3.9%, hasta ubicarse en 5,275 millones de euros. Su Ebitda, medido en dinero, se mantuvo plano entre 2019 y 2020: en 2,320 millones de euros. Pero la deuda de KPN se incrementó en 184 millones de euros, hasta cerrar el año en 5,332 millones de euros.
Hasta donde puedan ser comparables en el papel los negocios de KPN y Telekom Austria, ésta última creció en casi todos los criterios durante 2020. América Móvil hoy es dueña del 51% de Telekom Austria, desde el 21% que originalmente compró en 2012.
A modo de muestra, A1, marca comercial de Telekom Austria y América Móvil en ocho naciones de Europa del Este, creció 5.1% su base de clientes de pospago y la marca llegó a un total de 21.9 millones de usuarios móviles. En cuanto a ingresos, AI ingresó 1,186 millones de euros y su margen Ebitda mejoró de 29.6 a 30.7 por ciento.
“En los mercados de Europa central y oriental, las unidades generadoras de ingreso aumentaron gracias a las unidades de banda ancha y TV de paga (…) El Ebitda del grupo aumentó 2.5% gracias a las eficiencias operativas. Ajustando por efectos no recurrentes y de reestructuración, el Ebitda hubiera crecido 5.0% a tipos de cambio constantes”, dijo América Móvil sobre esa operación en su último reporte financiero a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
Las señales de AMX sobre KPN
Podría ser que América Móvil haya estado deslizando su salida de KPN. El 10 de septiembre de 2020, Carlos García Moreno Elizondo, hombre de confianza de la familia Slim, dimitió como miembro del consejo de supervisión de KPN. América Móvil tiene derecho a nombrar uno de los miembros de este directorio.
El lugar García Moreno Elizondo lo ocupó el argentino Alejandro Plater, ex ejecutivo de Ericsson y venía de Telekom Austria. Plater estará en su cargo hasta el año 2025, un año después de que concluya el plan de la colocación de bonos.
La señal más clara sobre KPN vino de la propia jefatura de América Móvil. En conferencia con analistas financieros, el director de la empresa, Daniel Hajj, negó el interés de la empresa por expandirse en KPN:
“En KPN lo que estamos haciendo es sólo una inversión (…) No estamos interesados en comprar la empresa”.