Dentro del parque Zamora en el centro del puerto Veracruz, permanece estático desde hace 89 años un negocio que es referencia entre los jarochos, la Gran Heladería Yucatán que alberga en sus muros y asientos, la historia y tradición de una ciudad entera que se niega a perecer ante la pandemia.
Pedro Segura es la cuarta generación al frente del negocio familiar, la heladería fue fundada por su bisabuelo Ignacio Vázquez Martínez en el año 1932, proveniente de Mérida, Yucatán, en donde aprendió las técnicas de elaborar nieve artesanal.
Llegó a Veracruz con el sueño de emprender su propio negocio, después de casi nueve décadas de resistir múltiples crisis, este sitio es uno de los pocos que sigue sobreviviendo a la pandemia.
Entre sus mesas pasaron múltiples generaciones y grandes figuras como Agustín Lara, quien era amigo de su bisabuelo, al igual que cientos de turistas que llegaban exclusivamente a probar sus nieves.
«Era muy pequeño el lugar, tanto Veracruz como el sitio donde él empezó (su bisabuelo) en el parque Zamora, nunca se ha movido de aquí la matriz. Fue creciendo con el paso de los años y acreditándose con la clientela veracruzana», contó Pedro.
Tiempo después, no solo el lugar se fue ampliando sino también el menú al igual que la clientela lo hizo uno de sus lugares favoritos para convivir en familia.
Desde niño Pedro siempre se involucró en el negocio, aún recuerda jugando entre las mesas y los comensales, mientras su abuela administraba el lugar junto con su padre.
Para el año 2006, Pedro se quedó al frente del negocio, implementó nuevas estrategias y más atractivos para que las personas volvieran a tomar a la heladería como punto de reunión, pues asegura que después de la llegada de las plazas comerciales y de otros atractivos en la ciudad la clientela fue bajando.
La crisis del covid no fue la única a la que tuvieron que enfrentarse, en años anteriores habían abierto dos sucursales, pero por la situación de inseguridad que se vivía en el municipio en el año 2009 tuvieron que cerrar. Al igual que la matriz estuvo cerrada alrededor de tres años.
Pandemia los obligó a realizar nuevas estrategias para sobrevivir
Actualmente tuvo que realizar otras tácticas para que el negocio se mantuviera en pie durante el año que lleva la pandemia del covid-19 y, aunque las tardes de Rock and Roll y bailes se suspendieron por causa de la emergencia sanitaria, el sitio solo cerró una semana.
«Cuando iniciaba la contingencia estábamos con una incertidumbre general, era algo nuevo para todos y si bien al principio de la contingencia no sabíamos cómo iba a pintar, la gente ya estaba muy espantada, no salía, las calles estaban muy vacías», mencionó.
De mayo a agosto, los meses donde los contagios de covid aumentaron en el municipio, fueron los más críticos para los negocios en el centro y también para la heladería, Pedro afirma que durante ese lapso no dejó de brindarles trabajo a sus seis empleados.
Pero esto lo llevó a reducir los turnos de trabajo, los cuales antes de la pandemia eran dos, esto con tal de disminuir gastos fijos como luz y agua.
Promocionarse por redes sociales y el servicio a domicilio fueron otra de las estrategias que adoptaron para poder salir adelante sin tener que recortar personal.
La respuesta que tuvieron de sus clientes fue una gran ayuda, Pedro asegura que si no hubieran implementado el servicio a domicilio no habrían resistido todo el año como lo hicieron hasta el momento.
Pese a pandemia abrieron nueva sucursal
Aunque muchos negocios antiguos en la zona centro tuvieron que cerrar sus puertas por la emergencia sanitaria, otros más vieron la oportunidad de expandirse, este es el caso de Gran Heladería Yucatán, quien pese a todos los altibajos en noviembre abrieron otra sucursal en Costa Verde, Boca del Río.
«Siempre hay dudas en el aspecto de que será buena la época, la temporada, el momento adecuado. He aprendido con la experiencia que he tenido en otros negocios en tiempos difíciles hay que aprovechar esos momentos de oportunidad que se presentan», dijo.
Una de las claves que lo ayudaron a poder resistir este año fue la paciencia y la fe de que todo mejoraría, siempre manejando las medidas de higiene adecuadas para ofrecer a sus clientes seguridad.