«Existen vivencias que las aguas del tiempo son incapaces de borrar. Recordarlas es volver a vivirlas. Vivimos de las actividades presentes, cotidianas, pero también de los recuerdos. Por eso, alguien vive en mí. Por ello, vivo en alguien. Por ello no morimos del todo. Lo hacemos, realmente, cuando nadie recuerda que alguna vez existimos. Cuando nos marchamos solos con nuestra soledad. Lo escribe Silvestre Viveros Zárate en el Facebook.