«La gente viene nomás a distraerse, viene se baña y se va. Económicamente vienen muy gastados, ahí más o menos salió para los gastos, pero no como era antes», dijo.
Vicente Hernández es la segunda generación al frente del local de artesanías Suhey, el cual lleva casi 40 años en el mercado Miguel Alemán, ubicado en el malecón de Veracruz.
De familia de comerciantes, pasó toda su vida recorriendo las calles del centro y aprendiendo a elaborar todo tipo de artesanías de las cuales aún sigue haciendo, pues admite que tuvo oportunidad de ejercer una profesión -como le hubiera gustado.
Fueron seis meses en lo que su negocio estuvo cerrado, debido a la suspensión de actividades no esenciales, toda la mercancía que había adquirido hace un año apenas logró venderla en el pasado fin de semana largo y un poco en esta Semana Santa.
Para comprarla tuvo que endeudarse con 7 mil pesos, después de la llegada de la pandemia pensó en regresarla, pues las ventas cayeron drásticamente y no tenía como solventar la deuda, por fortuna sus proveedores le dieron plazos para que la pudiera pagar.
«Aquí no se vendía, si vendía uno 40, 50 o 100 pesos era mucho, no alcazaba ni para comer», contó.
Sus hijas fueron las que lo ayudaron durante todo el periodo en el que no trabajó, pues ese es el único ingreso con el que cuenta él y su esposa.
Vicente admite que la profesión de comerciante es muy dura e impredecible, es por eso por lo que no quiso que sus hijas se dedicaran a este giro.
Afirma que hay veces que ni los mismos clientes valoran el trabajo de los artesanos, regateando el precio y obligándolos a acceder al menos recuperar la inversión.
Algunos collares y llaveros que cuelgan de los aparadores él los fabricó, cada pieza lleva tiempo y trabajo para que sea trasformada en un recuerdo.
Juan llegó desde México con la esperanza de tener más ingresos
Del otro lado, en las inmediaciones del zócalo de la ciudad está Juan y más de 20 comerciantes que como cada año llegaron al puerto de Veracruz, con la esperanza de elevar sus ventas, pero esta vez no fue como las temporadas pasadas, pues aseguran que no alcanzaron a cubrir ni el 15 por ciento de lo que en años anteriores vendían.
«No hubo la afluencia que queríamos, los comerciantes no están vendiendo (…) se fueron cerca de 15 compañeros porque las ventas están muy bajas», dijo.
La mayoría de los comerciantes que se encuentran instalados en los alrededores de Ayuntamiento provienen del Estado de México y Puebla, quienes pagan hotel y otros servicios.
De los 5 mil pesos que esperaban vender, muchos solo lograron adquirir 500, aseguró Juan.
Pese a temporadas altas, turismo sigue sin reponerse de pandemia
Aunque las vacaciones de diciembre, el puente del Natalicio de Benito Juárez y Semana Santa fueron un respiro para la economía de los comerciantes del puerto, la mayoría de ellos aseguraron que sus ventas siguen siendo escasas, pues la pandemia de la covid todavía repercute en los bolsillos de los turistas.
Durante el periodo 2020 el sector turístico tuvo una caída del 46 por ciento en las visitas con respecto al 2019, lo que equivale a una pérdida de 13 mil millones de dólares, según datos del Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET).
Mientras que, para el 2021 se prevé que la recuperación tarde entre 30 y 48 meses, por lo que comerciantes como Vicente y Juan podrían tardar en recuperar sus ventas en comparación de años anteriores.