45 ANIVERSARIO DEL PREMIO CERVANTES. (III)

Miguel Delibes.

Mtro. José Miguel Naranjo Ramírez.

Regularmente todos los escritores que han sido reconocidos con el Premio Cervantes de Literatura poseen una amplia obra literaria. Normalmente el género rey o por lo menos el más escrito y muy aclamado en el universo literario es la novela, no obstante, considero que géneros como el cuento, el relato, son tan valiosos e importantes como la novela o el ensayo, señalando que en la narrativa breve se requiere precisión, intensidad, y, sobre todo, en poco contenido se puede llegar a decir mucho. Un extraordinario relato nos mantiene atentos y atrapados, ejemplos abundan, “El viejo y el mar” de Hemingway, “Pedro Páramo” de Juan Rulfo, “El Coronel no tiene quien le escriba” de Gabriel García Márquez, y en esta ocasión nos acercaremos a un relato titulado: “Los santos inocentes” del escritor Miguel Delibes, quien ganó el Premio Cervantes de Literatura en el año 1993,

Miguel Delibes fue un escritor español originario de Valladolid, su pasión fue la caza y el mundo rural, esto se verá ampliamente reflejado en sus obras literarias. Si en “El viejo y el mar” Hemingway muestra el gusto por la pesca, el mar, las aventuras, Rulfo en “Pedro Páramo” nos presenta a un pueblo emblemático como “Cómala”, pueblo inspirado en un pueblo de Jalisco o Colima, García Márquez en “El Coronel no tiene quien le escriba” utiliza como pretexto al Coronel para presentarnos a su abuelo, Miguel Delibes en “Los santos inocentes” nos lleva a vivir en un ambiente rural donde si bien hay protagonistas que sobresalen como Azarías, considero que el ambiente rural, la vida del campo y la caza, son el escenario central de la historia y en lo estético es lo que más te atrapa de la obra, sin dejar de mencionar que toda buena obra literaria siempre te deja una gran enseñanza, un gran mensaje, un concepto del hombre, una crítica social, y precisamente allí se encuentra el gran detalle, por lo tanto, descubramos ese detalle en el poético relato de Miguel Delibes.

El relato se compone de seis apartados, los personajes son parte integrante de todo el relato, algunos van apareciendo conforme avanza la lectura otros desaparecen, Azarías es un personaje que aparece de principio a fin, entre todos los protagonistas nos encontramos con dos estructuras sociales bien definidas, los trabajadores explotados y subyugados y los patrones ricos, soberbios, autoritarios e insensibles, un dato importante de la obra consiste en saber que Miguel Delibes utiliza un lenguaje original según como cada personaje actúa, piensa, y siente, ejemplo es que los trabajadores siempre se refieren a sus jefes como el señorito, y la actitud más que ser de respeto es de una indigna sumisión, por supuesto que el lenguaje y actitud de los amos es de mando autoritario, humillación e incomprensión, recordándoles que todo sucede en pequeños pueblos, aldeas o rancherías donde viven amos y subordinados.

Azarías es un hombre de la tercera edad quien lleva muchos años trabajando con su señorito, por el paso de los años Azarías no tenía la misma eficiencia y fortaleza en sus trabajos, sin ningún sentimiento de solidaridad y justicia, Azarías fue corrido de su trabajo, Paco, el Bajo, quien es cuñado de Azarías fue a dialogar con el señorito para saber si era verdad que después de tantos años de servicio había corrido al pobre Azarías, la respuesta fue afirmativa, en el diálogo se encontrarán con una actitud soberbia e inhumana del señorito, pero como los pobres no pueden defenderse contra los poderosos, Azarías terminó viviendo en casa de su cuñado Paco, el Bajo, junto a su hermana y sobrinos quienes trabajaban para el señorito Iván.

Paco, el Bajo, era el brazo derecho del señorito Iván. Iván tenía una enorme pasión por la caza, iba mañana y tarde a cazar, Paco, el Bajo, se encargaba de llevar todo en orden, así comosubirse a los arboles a buscar los pájaros muertos, en fin, el trabajo de Paco, el Bajo, es arduo y como también ya representa ser un hombre avanzado de edad le costaba cumplir con sus obligaciones, un día de caza, Paco, el Bajo, se cayó de un árbol y sucedió lo siguiente:

A Paco, el Bajo, le falló la pierna dormida y cayó, despatarrado, como un fardo, dos metros delante del señorito Iván, alarmado, pegó un respingo, ¡serás maricón, a poco me aplastas! Pero Paco, el Bajo, ni podía responder, que el golpe en el pecho le dejó como sin resuello y, tan sólo, se señalaba la pierna derecha con insistencia. ¡Ah, bueno, si no es más que eso…! Decía el señorito Iván, y trataba de ayudar a Paco, el Bajo, a ponerse de pie, pero Paco, el Bajo, cuando, al fin, pudo articular palabra, dijo, recostado en el tronco de la encina, la pierna esta no me tiene, señorito Iván, está como tonta, y el señorito Iván, ¿qué no te tiene? ¡anda! No me seas aprensivo, Paco, si la dejas enfriar va a ser peor, Paco, el Bajo, intentó dar un paso y cayó, no puedo señorito, está mancada, yo mismo sentí cómo tronzaba el hueso, y el señorito Iván, también es mariconada, coño, y ¿Quién va a amarrarme el cimbel ahora con la junta de torcaces que hay en las planas?”

Al señorito Iván le importaba poco el dolor de Paco, el Bajo, y menos que su pierna estuviera destrozada, estaba molesto y preocupado porque en pocos días tendría una caza planeada con sus amigos, dentro de toda la historia aquí nos encontramos con la parte culminante de la misma, porque Paco, el Bajo, será obligado a ir a la caza, días después sus hijos intentarán suplirlo en sus obligaciones pero el señorito Iván no quiere a los hijos de Paco, el Bajo, y el señorito Iván decide llevarse a Azarías. Quiero decirles que Azarías en la historia es un hombre humilde, servicial, sin estudios, trabajador, amantes de los pajaros, y posiblemente sea este personaje quien vaya a vengar tanta humillación perpetrada por sus autoritarios amos, en esta parte del relato vislumbro esa fuerte crítica que realiza Miguel Delibes del eterno abuso y la enorme desigualdad social, señalando que el autor no busca convertirse en héroe ni mucho menos que sus personajes lo sean, sólo describe una realidad tal como es y al hacerlo de automático presenta una fuerte defensa de los desheredados, los desprotegidos, una firme crítica contra la desigualdad social y una sociedad deshumanizada. Este es el gran detalle de la obra.