Alejandro Porcayo sufrió lesiones leves pero aún así fue hospitalizado en Xoco, ya fue dado de alta e interpuso una denuncia ante la FGJ capitalina por «lesiones culposas».
«Estaba jugando en el celular, se siente cómo frena, (se siente) el jalón del lado contrario, se siente el golpe al momento en que iba en el tren. Me solté del tubo, salen mis pertenencias volando, traía la mochila en la mano y salí volando con todo y mochila para abajo», recuerda Alejandro Porcayo, un joven de 21 años de edad que sobrevivió a la tragedia ocurrida la noche del lunes 3 de mayo en la Línea 12 del Metro.
Alejandro viajaba en los últimos dos vagones que se desplomaron sobre Av. Tláhuac y milagrosamente sobrevivió. Iba rumbo a su trabajo y define ese momento como un episodio traumático en su vida.
Cuenta que vio a las demás víctimas gritando por ayuda, algunas personas mutiladas, otras sin vida y aunque él no perdió el conocimiento, estaba en shock. Tras caer, no recordaba nada. Se encontraba atrapado en el tren y salió como pudo por una de las puertas destrozadas. Al lograr salir y tocar tierra, no recordaba nada.
Afortunadamente, traía apuntado el número telefónico de su mamá, Perla Bedoya, en la credencial de su trabajo. Uno de los voluntarios que acudieron a apoyar a las víctimas de la tragedia, la llamó para decirle que «el Metro se había caído, pero que su hijo estaba bien». La señora Perla no daba crédito a lo que escuchaba. Recuerda que pensó cualquier otra cosa, incluso que Alejandro se había caído a las vías, pues aún no se había enterado del siniestro.
Perla salió inmediatamente a buscarlo. Corrió por Avenida Tláhuac desesperada por encontrarlo, hasta que finalmente lo logró. El abrazo entre madre e hijo fue inevitable y esperanzador:
«Fue literalmente como volver a nacer. Después de haber vivido algo tan traumático, el que llegue tu mamá y te abrace, es algo que no tiene precio«, dice Alejandro.
Perla cuenta que se sintió aliviada al verlo pues la vida le regaló a su hijo una segunda oportunidad, ya que dice que Alejandro volvió a nacer.
«Es una bendición totalmente, es algo que en el momento de la tragedia no lo esperaba. En el momento en que iba cayendo, dije: hasta aquí llegué. Hasta aquí es todo lo que he hecho en esta vida, hasta aquí», recuerda el joven.
Alejandro Porcayo viajaba hacia su trabajo, que desempeña con el objetivo de ahorrar para retomar sus estudios. Su sueño es estudiar Gastronomía.
«He estado ganándome la vida lo más honradamente posible para poder volver a estudiar porque me gusta mucho la Gastronomía, me gusta mucho estar en la cocina todo el tiempo y creo que la lección más grande es que no deje mis sueños», dice Alejandro.
Y aunque las lesiones que sufrió el joven fueron menores, fue hospitalizado en el Hospital de Xoco y dado de alta el martes por la tarde. Sin embargo, los estragos psicológicos que sufrió, hasta ahora han sido ignorados por la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, que este miércoles, aseguró haber brindado este tipo de atención a las víctimas del desplome de un tramo de la Línea 12 del Metro.
Alejandro y su familia levantaron una denuncia por «lesiones culposas» en la Fiscalía de Justicia de la Ciudad de México, que deberán ratificar en los próximos días. Mientras tanto, la madre de Alejandro exige justicia por la pesadilla vivida en carne propia por su hijo.
«Yo digo que sí se deben hacer responsables. Esto se pudo haber evitado, porque no fue un accidente pequeño, fue una tragedia.»