Fue a la edad de siete años que Rodolfo decidió ser actor, aquel niño que soñaba con salir en películas y que se emocionaba con las series televisivas, fue galardonado con el premio «Las Palmas de Oro» como Mejor Actor de Reparto en la Ciudad de México.

El nombre de Rodolfo Iglesias comenzó a sonar desde hace algunos días en distintos medios nacionales, como uno de los veracruzanos que recibió este reconocimiento, pero detrás de esto se encuentran 15 años de trayectoria y de lucha constante por mantener vivo el teatro en una ciudad donde hacen falta más espacios para todo tipo de arte.

A los 15 años les confirmó a sus padres que quería dedicarse a este trabajo, aunque asegura que siempre recibió el apoyo de ellos, la respuesta fue la misma -si, pero tienes que dedicarte a un trabajo «enserio»-, recuerda.

«La gente piensa que actuar es un hobby o que es un pasatiempo y cuando realmente dedicas tu vida, tu tiempo, te das cuenta que hay muchísimo que hacer. Los artistas se preparan, estudiamos, además somos los encargados de entretener y lastimosamente somos la gente que estamos más relegados dentro del nivel profesión», comentó.

Sus inicios fueron en el teatro en Córdoba, más tarde decidió estudiar artes escénicas en la Asociación Nacional de Actores (Anda), donde actualmente trabaja dando clases en Veracruz, así como tomó distintos cursos de dirección, profesionalización escénica, producción e Historia del Arte.

FALTA DE DIFUSIÓN CULTURAL EN VERACRUZ

Explicó que al igual que otras profesiones el ser actor requiere de constante preparación, es por lo que considera necesario que se aprecie el esfuerzo que hacen los actores para salir a escena.

Rodolfo ha visto cómo se desvaloriza el trabajo de los artistas. Durante el tiempo que lleva de experiencia y en los múltiples lugares en los que ha actuado a nivel nacional, fue notando que a las personas poco les interesaba el teatro, lo que hacía más difícil su profesión.

Acercar a la gente e inculcar el amor por este arte fue uno de los principales retos que afrontó para mantener vigente el teatro en Veracruz.

«En Veracruz sí está complicado darle el valor que le hace falta al arte y la cultura, al teatro, pocas producciones llegan aquí (…)no hay producciones locales de cine, televisión y si las hay falta difusión», dijo.

Los protocolos y conseguir un espacio para realizar una obra en un salón también se vuelven un reto más al que se tienen que afrontar los actores y directores que deciden realizar una producción de este tipo, aseguró.

PANDEMIA Y LA RESISTENCIA DEL TEATRO EN VERACRUZ

La pandemia de la Covid-19 añadió un nuevo obstáculo para el ambiente artístico, muchos actores que en su mayoría tenían como principal fuente de trabajo las obras de teatro se quedaron sin el contacto con el público, esto debido a la suspensión de actividades no esenciales.

«Como a todo mundo nos ha afectado mucho, yo no te niego, entre en pánico cuando empezó la pandemia dije cómo nos vamos a encerrar, porque yo ya venía haciendo una serie de trabajos», confesó.

Desde entonces comenzó el reto de migrar hacia un ambiente digital donde no podría percibir la misma cercanía con los espectadores, las clases en línea y el nuevo concepto de trasmitir una obra vía internet no le convencía del todo.

Los proyectos personales que tenía en puerta también se vieron aplazados por causa de la emergencia sanitaria.

El teatro también ha sufrido una constante reinvención después de la llegada de la Covid, pues para resistir este año se tuvieron que realizar diferentes modificaciones tanto en los espacios, como en la cantidad de personas que están permitidos en el lugar.

«Yo ya he visto que algunos compañeros de aquí, locales ya iniciaron proyectos y están buscando alternativas, una nueva modalidad de hacer teatro», aseguró.

Actualmente concluyó las grabaciones de la película  La Traición del Chiquito, la cual fue de las primeras producciones que logró arrancar filmaciones en medio de la pandemia, así como también pretende arrancar algunos proyectos con sus alumnos.