IERRA DE BABEL

Jorge Arturo Rodríguez

 

Al final, verborrea…

 

“La constitución del país no debería violar la constitución del ciudadano”. (S. J. Lec).

 

Aperitivo: A ver, dijo el ciego, mientras sus amigos el mudo, lo escuchaba, y el sordo veía la escena casi shakespeariana: “Pregunta a los candidatos: “Si alguien que no sabe contar encuentra un trébol de cuatro hojas, ¿tiene también derecho a ser feliz?”.

 

Estaba contento y feliz… Digamos, mejor, contento y tranquilo, pa’ qué exagerar, terminando de leer el libro Cuentos de humor y de horror, de Saki, alejado de la maraña político electoral, hasta donde me era posible en este valle de melodramas y tragicomedias, cuando Crisóforo, mi amigo el taxista, me mandó un watsap con la imagen de una caja de “Pendejicina. Desapendejol”, de 500 mg, 10 tabletas para adultos, con la leyenda siguiente: “previene votar a lo pendejo, vender tu voto y votar por ratas”. Desde luego, un chistorete que, bien a bien, lleva mucho de acierto, no como los supuestos chistecitos de la Vitacilina amliana –de Amlo-, tampoco de la Pomada de la campana recomendada por ahí, ya ni se diga de los memes que éstos sí que me hacen reír cuando el ingenio y la creatividad van por delante, aunado al juego del gato y del ratón, o al revés. No tuve más remedio que suspender mi lectura, justo cuando, en un cuento de Saki, se unía el humor con el horror. Y pa’ no quedarme como pendejo, hice lo que muchos hacen, que voy y me tomo la “Pendejicina”: ‘toy pensando mi voto.

          No hace mucho, comentando con un amigo, le pregunté por quién madres iba a votar, a lo que me contestó: “No lo sé, pos en mi casa yo no voto ni la basura”. He ahí el porqué de tanta suciedad en Xalapa. ¿En todo México? Tómese lo que se tome, dizque pa’ aliviar los dolores que causa la encrucijada en la que estamos, se mire pa’ donde se mire, se vaya pa’ donde usted quiera, vote o no vote, intentemos, por lo menos, tirar la basura… ¿Se entiende?

  1. J. Lec, en sus espinososPensamientos despeinados, escribió: “Es difícil hallar la verdad en tiempos en lo que todo puede ser verdad”. ¡Madres! Porque “Al principio era el Verbo. Al final, la Verborrea”.

Quien tenga oídos…

 

Los días y los temas

 

Si queréis no volverse un adicto a la “Pendejicina” que, por otra parte, previene la pendejez en general, les sugiero leer tantito más y no andarse por las ramas, porque todos tenemos cola que nos pisen –sin albur-, los unos y los otros, los de al lado, los de enfrente, los de ayer y los de hoy y los de siempre. En lo particular, para acercarse, de manera jovial, contento y tranquilo, váyanse leyendo de aquí a las votaciones del 6 de junio, la trilogía Tragicomedia mexicana, de José Agustín, de preferencia el tomo 3: “La vida en México de 1982 a 1994”. Por ahí pasan ciertos personajes que, seguramente, identificarán y se acordarán y verán que aún la vida sigue igual.

          Por lo pronto, les comento que hace unos días vi la película “Chance: secuestro a domicilio”, protagonizada por Francisco Gattorno. Se las recomiendo. Es una película que retrata la vida de las “trabajadoras del hogar” (léase: “sirvientas”) de la alta sociedad; una crítica, con humor, sobre el caso y sobre la política. Bueno, el chiste es que acaban de realizar una adaptación: “Los trapos sucios se lavan en casa”, dirigida por Diego Muñoz.

          Giovanna Zacarías, una de las protagonistas, en entrevista, expresó: “Lo que me llamó para interpretar a Lupita en esta cinta fue que la clase trabajadora, después de que no le pagaran su salario al pedirlo por las buenas, decidiera optar por la mala y darle un escarmiento al político que es su patrón. Me gustaba ese rollo porque traigo a la clase política cruzada entre ceja y ceja”.

          Agregó: “Así que ese sentido de revancha contra los políticos y el sentido de hacer una denuncia social con este rol protagónico donde los que más tienen son los que menos dan y viceversa. También está el asunto de la mujer que lleva la batuta de la película, pero realmente era exorcizar todo mi enojo por la clase política con ella”.

Giovanna señaló: “En los últimos años, con la Ley 189 aprobada en la Cámara de Diputados, hace largo rato que llevaban luchando por sus derechos laborales. Pero no son los únicos que luchan por un derecho así. Por ejemplo, los actores también vivimos así. Los que nos dedicamos al mundo del arte tenemos esos problemas que sufren los demás trabajadores que no son pagados por nómina. Nadie tiene seguridad social, pensiones, es una especie de incertidumbre que se vive en ese sentido. Esto se vive en todo el mundo y lo malo es que en lugar de mejorar creo que lo hemos empeorado. Cuando Calderón hace la Reforma a la Ley Laboral y creó la situación de los outsourcing, le dio en la torre a mucha gente que perdió el derecho al seguro social y a las prestaciones de ley. Se ve claramente que el gobierno y las empresas han buscado explotar a la clase trabajadora, que es el caso de lo que viven Lupita y Toñita en esta cinta”.

Añadió: “Reafirmó el problema de la diferencia de clases sociales en una pandemia que no termina. También, que la clase política es una porquería que sólo ve por sus intereses. Este papel me reafirmó estas cosas que yo ya venía pensando y que la única manera de aportar generando una crítica social era mediante hacer lo que yo hago, que es actuar. La crítica ahí está. La gente puede ver el resultado y pitorrearse del político un rato”. (crónica.com-mx, 21/05/21).

Eso, eso, eso: pitorrearse de los políticos. ¿Votamos o no?

 

De cinismo y anexas

 

Contento y tranquilo, antes de no cagarla y mañana esté con lamento mexicano, le envié a Crisóforo, mi amigo el taxista –“Ahí luego te envío más”, le dije-, los siguientes aforismos de S. J. Lec:

          *Todo está en manos del hombre. Es por eso que debe lavárselas a menudo.

          *En la reconstrucción del crimen, el muerto no reconoció a su asesino.

          * “Sólo le amenazaré con el dedo”, dijo alguien, poniéndolo sobre el gatillo.

          *Las transfusiones sanguíneas se hacen con frecuencia de bolsillo a bolsillo.

          *No abras nunca tu puerta a aquellos que, de todas formas, la abrirán sin tu permiso.

          *Una vez vi a un Titán zurciendo calcetines. Era su primer esfuerzo titánico.

          *Los títeres son más fáciles de convertir en ahorcados: ya vienen con la cuerda.

          *Desde hace siglos el hombre mantiene con el hombre el mismo monólogo.

         

Ahí se ven.

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