Lugar:
Fuente:
Universidad Veracruzana

 

  • El investigador del CECDA coordina proyecto que vincula enseñanza, aprendizaje e investigación. 

 

 

Carlos Hugo Hermida Rosales .

 De nacionalidad sueca, Per Anderson llegó a México en 1970 y a la Universidad Veracruzana (UV) en 1974, año en que ingresó como docente de Litografía a la Facultad de Artes Plásticas. 

El pintor, grabador, investigador y académico del Centro de Estudios, Creación y Documentación de las Artes (CECDA), comentó que el principal reto al que se enfrentó en esos años junto con sus alumnos fue que al egresar no contaban con una prensa para montar su taller de grabado. 

El docente relató que en la década de 1970 tener un taller de grabado era algo impensable, ya que las prensas debían importarse de Estados Unidos a un precio promedio de 22 mil dólares, las piedras de litografía de Alemania a un costo de mil, y las tintas y el papel de ciudades como Chicago o París. 

“Quien deseaba hacer litografía estaba atrapado en una dependencia brutal, y al provenir todo del extranjero a la inversión se le debían sumar los altos costos aduanales”, mencionó.  

Compartió que después de realizar diversas pruebas descubrió que el mármol mexicano podía sustituir perfectamente a las piedras traídas de Alemania, y que las prensas podían ser fabricadas por artesanos locales con materiales de la región.  

Afirmó que posterior a este descubrimiento se han creado casi medio centenar de talleres de grabado en México, y que actualmente se cuenta con la posibilidad de continuar con la producción litográfica con recursos mexicanos. 

 

Papel: alma de la litografía 

Per Anderson mencionó que en la producción litográfica el papel es un insumo indispensable, ya que es sobre el que se realizan los distintos tipos de grabados. 

Relató que la historia de este material inicia en China, y que su producción se potenció gracias a la planta Broussonetia papyrifera –mora turca– cuya fibra sirve para fabricar un papel fantástico.  

Destacó que con el descubrimiento de la imprenta por parte del orfebre alemán Johannes Gutenberg la producción de papel se amplió, pero que no fue sino hasta 1940 que se industrializó, aunque el que se fabricaba en esa década era de mala calidad.  

El artista aseguró que la mayor parte del papel que hoy se produce es a través de procesos de robotización, y que en su mayoría es amable con el medioambiente ya que para su creación no se emiten gases tóxicos y sus fibras son extraídas de árboles provenientes de bosques sustentables que brindan grandes beneficios ambientales.  

 

 

La Ceiba Gráfica 

Per Anderson compartió que el proyecto cultural que dio origen a La Ceiba Gráfica –cuyas instalaciones se encuentran en un antiguo beneficio de café localizado en La Orduña– inició en 2005 cuando un grupo de artistas encabezados por él conformó una asociación civil llamada Artistas Veracruzanos Bajo la Ceiba.  

Afirmó que desde su inicio La Ceiba Gráfica ha trabajado por ser sustentable en sus diversos ámbitos, por lo que a lo largo de los años ha mantenido autosuficiencia creativa, económica, tecnológica, conceptual y operativa.  

Explicó que este centro de artes dedicado al desarrollo de técnicas tradicionales de gráfica y oficios afines, tiene por objetivos fomentar la creación artística y recuperar el uso y la enseñanza de procesos antiguos de impresión que puedan desarrollarse con el uso de recursos locales.  

Aseguró que desde su fundación, La Ceiba Gráfica ha logrado consolidarse como un proyecto autónomo que vincula enseñanza, aprendizaje e investigación en torno a los procesos artísticos, que extiende sus beneficios a variados sectores de la población. 

Compartió que allí trabajan alrededor de 15 personas entre voluntarios –estudiantes de gráfica y egresados de la Facultad de Artes Plásticas, principalmente– y empleados que habitan en la localidad de La Orduña.  

“Este proyecto da para generar algunas fuentes de empleo, y permite que los chicos que aquí laboran permanezcan en su lugar de origen, en vez de emigrar a lavar platos a ciudades como Nueva York”, comentó.  

Destacó que La Ceiba Gráfica surte pedidos de papel nacionales e internacionales, y recibe a artistas locales y del extranjero que acuden a tomar cursos, además de imprimir de manera artesanal libros de temas variados.  

El catedrático compartió que en La Ceiba Gráfica han recibido la visita de grupos de estudiantes numerosos de varias universidades, y destacó que el lugar tiene dormitorios con capacidad para albergar hasta 14 personas, que pueden llegar a tomar algún curso o en un programa de intercambio de trabajo. 

Relató que todos los muebles del sitio han sido elaborados a mano por artesanos locales con material de la región, y que incluso el café que consumen es sembrado, cosechado, tostado y molido allí. 

“De esta manera las personas que nos visitan de México y el extranjero viven una experiencia distinta a la cotidianidad de cafeterías como Starbucks”, mencionó.  

El investigador compartió que en algunas áreas verdes abandonadas del antiguo beneficio que alberga a La Ceiba Grafica reproducen Broussonetia papyrifera, con el objetivo de obtener fibra para fabricar papel, y afirmó que es de los pocos cultivos de esta especie que existen en México.  

Explicó que la planta se corta para evitar que crezca mucho –puede llegar a ser un árbol de varios metros de altura– y que se tiene planeado expandir el área de siembra. 

“Comprar la fibra para fabricar papel es muy costoso, ya que se debe importar de Tailandia una carga de al menos 600 kilogramos, cuyo valor puede duplicarse con el pago de impuestos”, mencionó.  

Manifestó que aunque alguien no sea muy habilidoso al momento de fabricar papel, si lo hace con honestidad y empeño creará un buen producto, ya que las tareas duras y tediosas son parte del trabajo.  

Per Anderson considera que la litografía sobre piedra no merece desaparecer de la historia, ya que desde que se transformó en offset y se comenzó a realizar a través de procesos fotomecánicos, los artistas se despegaron de la gente. 

“Aunque la litografía sobre piedra ya no representa una gran opción comercial, conservarla como una alternativa real tiene una importancia fundamental para los artistas”, aseveró.