«Cuando se habla del INE, no sólo se hace referencia a las consejeras y consejeros electorales, tampoco exclusivamente a la burocracia responsable de la logística que permitió elegir ayer a 21 mil personas. Incluye la participación de centenas de miles de personas que ayer montaron casillas, atendieron a las personas electoras, distribuyeron la papelería, contaron los votos e inscribieron los resultado en las actas. Todos ellos son el INE. Sus hechos hablan por sí misma de una institución que tiene una alta valoración en México». Lo escribe Ricardo Raphael en «Milenio».