Cuando celebranos un contrato de trabajo, cuando celebramos un convenio, cuando firmamos un cheque y en muchas otras ocasiones nos hacemos presente con la rúbrica que nos identifica. Hay personas que tienen firmas no muy bonitas a primera vista, y otras muy elegantes que parecen las de un Primer Ministro o alguien muy importante. ¿Tú, en cuál de las dos casos te incluirías? Imagen de «Pinterest».