«Para todo mal, mezcal; para todo bien, también; y si no hay remedio, litro y medio. Si el mal es del corazón con más razón, pero si el mal está cabrón, un galón. Y si el mal es renuente, hay que empezar nuevamente. Ay Mezcal bendito, Ay Mezcal sagrado, cuida mi intestino, el grueso y el delgado. Me sirvo la copa, levanto el vaso, inclino el codo y y a la salud de todos me lo chingo todo». Lo escribio Carmen Cardenal y el correo lo envió Francisco Hernández Parra. Foto de Amazon.