De los cuatro es mi preferido. En mi percepción (sensibilidad) personal lo considero el más talentoso, y el más completo desde una perspectiva puramente musical y como músico multiinstrumentista. Estoy hablando, por supuesto, de Sir James Paul McCartney, que nació un ya lejano 18 de junio de 1942, en Liverpool, Inglaterra, en medio de un momento álgido a nivel mundial, la segunda guerra, y cuando iba apenas el segundo año del gobierno de Winston Churchill. Mire, no sé usted, pero si yo tuviera que definir en pocas palabras a cada uno de los célebres músicos que integraron la banda que, a decir de John, llegó a ser más conocida que Dios, diría que John fue una especie de filósofo-poeta, George fue un rockero-místico, Ringo un locuaz-soñador y Paul… Paul fue talento musical puro. También creo que fue al que se le dio más la balada-pop-rockera, o sea, para muchos era el más fresa de los cuatro, lo que no comparto. Eso sí, a los cuatro Dios les dio un toque de genialidad como con ningún otro músico lo ha hecho hasta la fecha. Y cada uno le puso su impronta y su personalidad propia a sus letras y música, aunque hay algunas composiciones que, sin discusión, son producto al alimón del talento musical de la dupla Lennon y McCartney y/o McCartney y Lennon. No obstante, nadie podría escatimarle a Paul piezas como «Yesterday», ‘Eleanor Rigby’ o ‘Michelle’ y a John ‘In my life’, como a George ‘My sweet Lord’ o ‘While my Guitar Gently Weeps’ y a Ringo ‘Octopus’s Garden’ o ‘Yellow Submarine’. Como quiera, celebremos el nacimiento de Paul, cada una de sus composiciones y sus casi ya 78 años, el próximo mes.. Lo escribe Marco Aurelio González Gama, directivo de este Portal.