Cosmovisión

Por: Raúl López Gómez

 

Encumbrado en una gran fortaleza espiritual, sin odio y sin rencores en contra de nadie, el abogado Ignacio Morales Lechuga, fue el orador de la 17 Reunión Anual de la Organización Política Alianza Generacional que encabeza Héctor Yunes Landa, como un distinguido miembro de los jóvenes de aquel tiempo que vieron en Nacho Morales, al amigo, el compañero de lucha, el maestro, pero ante todo el aliado de los jóvenes inquietos de aquella época de hace unos cuarenta años.

 

Con una salud envidiable alcanzado por el deporte diario, la disciplina laboral y la mejor terapia para la felicidad, el amor a los semejantes y la terapia de sonreír siempre, hasta cuando se presentan las adversidades de la vida, que siempre ha superado por su gran filosofía de servicio a los demás con honestidad, pulcritud, ética y verticalidad al hablar de frente y sin cortapisas a nadie.

 

Acompañado siempre de su inseparable esposa, la señora Jacqueline Broc de Morales, el famoso notario público, académico y ante todo un ser humano excepcional, que ha caminado por aquellos terrenos pantanosos sin mancharse, visto en la metáfora del poeta Salvador Díaz Mirón. En su mensaje habló con el corazón, pero con apego a la verdad, de que a las cosas las llama por su nombre, dice el maestro Nacho Morales:

 

“Parece que fue ayer, cuando mi esposa Jacqueline y yo llegamos Xalapa el 30 de noviembre de 1980, para colaborar en el gobierno de un gran gobernador; Agustín Acosta Lagunes. Para mi significaba un reencuentro con Veracruz, del que había salido 15 años atrás, por encabezar distintas causas en pos de justicia en mi Poza Rica querida, de la que partí hacia la capital con sentimientos de nostalgia y con ánimo depresivo, pero en búsqueda de un futuro al estudiar abogacía y conseguir cuanto antes trabajo relacionado con mi profesión, doy gracias a la Escuela Libre de Derecho, y a mis maestros.

 

Veracruz ha sido cuna de la independencia, asiento de la Reforma y columna de la Revolución. Estado pródigo, de grandes mexicanos. Desde la llegada de Cortés, los Totonacas posibilitaron a través de acuerdos, la liberación y obtención de un nuevo orden jurídico, social y religioso con la derrota de los Aztecas. Falso que España (que no existía) hubiera destruido un país inexistente. Cortés fue tolerante frente a las prácticas indígenas, incluso religiosas, políticas y de otros órdenes. Fue juzgado en España por esa tolerancia que tuvo con los sacrificios humanos que los Aztecas practicaban, pero él sabía que instituciones ancladas en las culturas deben permanecer y los cambios en todo caso, den ser paulatinos.

 

La mexicanidad es una fusión de cultura y razón, que se consolida precisamente hace 200 años en Córdoba. Somos una gran comunidad con raíces profundas, donde se inició la mezcla y el sincretismo de razas y culturas; tierra en la que se gestaron luchas contra la esclavitud y a favor de la libertad, por aquí salieron los españoles derrotados cuando este pueblo decidió que tenía alas para volar, aquí se enterró también la aventura de Napoleón III. Y se escribió una gesta de respeto a la vida, el honor y la nobleza en la batalla de Camarón, el 30 de abril de 1863, fecha de la conmemoración militar en Francia, reconocida como el día de la Legión Extranjera.

 

He tenido el honor y el disfrute de conocer a muchos veracruzanos muy valiosos, con los he que pedidos aprenderles no solo el amor por nuestra tierra, sino su experiencia y sabiduría política; desde el gobernador Acosta Lagunes, Fernando García Barna, Ignacio González Rebolledo, mi querido Dante Delgado Rannauro, Demetrio Ruiz Malerva, Pericles Namorado Urrutia, Rubén Pabello Acosta, José Ángel Leodegario Gutiérrez, Rafael Hernández Ochoa, Francisco Berlín Valenzuela, Manuel Carbonell de la Hoz, Gerardo Poo Ulibarri, Adalberto Tejeda Patraca, Patricia Ortega Pardo, Carlos Padilla Becerra, Héctor Yunes Landa, José Yunes Zorrilla, Nicolás Climaco Montoya, Jorge Santos Azamar, Blas Milo Esquitin, Eduardo Barclay y muchísimos veracruzanos más, que el espacio me resulta insuficiente para expresar mi agradecimiento. A los que quedan y a los que ya partieron, por expresarme sus enseñanzas, de manera particular a Fernando Gutiérrez Barrios hombre sabio y generoso al entregar su consejo siempre cargado de sabiduría y experiencia. En la fortaleza que me da su amistad de todos baso o fundamentó mi conocimiento de que Veracruz recuperará su grandeza, su paso y su ritmo para colocarse nuevamente como vanguardia de nuestro país”. Así las cosas.