• “Nunca fue un teórico de la arquitectura, sino alguien que encontraba respuestas en el hacer”, afirmó- 
• “Gustaba tomar café con sus alumnos y charlar sobre sus pasiones, entre las que se encontraban el tango y los textos de Jorge Luis Borges”. 

Enrique Murillo Pérez.

El catedrático mencionó que, tanto en la cátedra como en sus proyectos profesionales, Enrique Murillo ponía mucho énfasis en la importancia de la cuestión territorial y en considerar las características orográficas y de vegetación al momento de diseñar un edificio, hábito que conservó hasta su último proyecto. 

Carlos Hugo Hermida Rosales ..

 “Con el diseño de las Unidades de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI) y la Sala de Conciertos Tlaqná, Enrique Murillo Pérez fue artífice de la modernización arquitectónica de la Universidad Veracruzana (UV) y a él se le debe la identificación de esta casa de estudios con nuevos conceptos”, aseveró Alfonso Rodríguez Pulido, catedrático de la Facultad de Arquitectura de la región Xalapa. 

El docente mencionó que los edificios de la UV presentaban una estructura bastante uniforme, congruente con el contexto de la época en que la fue fundada, y enfatizó que los diseños de Enrique Murillo impulsaron una nueva forma de mirar las cosas.  

Alfonso Rodríguez relató que fue alumno del fallecido arquitecto, a mediados de 1970 en la Facultad de Arquitectura, y que se inició en la docencia como su asistente a finales de esa década.  

“Gustaba tomar café con sus alumnos y charlar sobre sus pasiones, entre las que se encontraban el tango y los textos de Jorge Luis Borges”, compartió.  

El catedrático mencionó que, tanto en la cátedra como en sus proyectos profesionales, Enrique Murillo ponía mucho énfasis en la importancia de la cuestión territorial y en considerar las características orográficas y de vegetación al momento de diseñar un edificio, hábito que conservó hasta su último proyecto.  

Utilizaba conceptos que no había leído en ningún lado, sino que desarrolló a través de la práctica y la observación; nunca fue un teórico de la arquitectura, más bien alguien que encontraba respuestas en el hacer. 

Cuando encontraba problemas técnicos al desarrollar sus edificios siempre buscaba la mejor asesoría posible, ya que tenía un gran respeto hacia las disciplinas complementarias. 

Esto se pudo observar en la construcción de Tlaqná, en la que buscó la ayuda de profesionales con experiencia en acústica y adecuación climática. 

Alfonso Rodríguez mencionó que en la construcción de la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan), Enrique Murillo hizo una aportación a la arquitectura local al desarrollar una enorme obra con prefabricados de gran calado, mientras que en el diseño de la Central de Autobuses de Xalapa (Caxa) puso de manifiesto su pasión por los elementos estructurales.  

“El legado de Enrique Murillo es un activo de la UV y de Xalapa que vale la pena evaluar constantemente, ya que representó una escuela para muchos y así será por mucho tiempo”, concluyó.