«A veces no sale para comer, vamos al día», dice Eduardo. El hombre de 56 años toma un descanso afuera del Chedraui Norte del puerto de Veracruz, en donde trabaja acarreando carritos y subiendo a los taxis la despensa de los clientes.

Eduardo Alberto Ruiz Muñoz trabaja todos los días de la semana afuera del supermercado durante cinco horas para ganarse alrededor de 100 pesos y a veces un poco más; son para la comida, afirma. En casa hay otras cuatro personas que alimentar: su esposa, sus dos hijos y su nieto.

Solo su esposa, su hijo mayor y él trabajan; entre los tres juntan aproximadamente cinco mil pesos al mes, con los que deben pagar los gastos de la comida y de los servicios, por lo que, para ayudarse, Eduardo tiene otro trabajo: es repartidor de periódicos.

De acuerdo con datos de la asociación «México ¿Cómo Vamos?», Veracruz es el séptimo estado de la república mexicana con mayor informalidad laboral, es decir, aquellas ocupaciones de personas que reciben ingresos fuera de un marco legal.

Al término del tercer trimestre de 2021, el 64.7 por ciento de los trabajadores del estado de Veracruz se encuentran en la informalidad; Eduardo es uno de ellos.

A diario sale de su casa, en la colonia Playa Linda, a las 5:30 de la mañana y conduce su bicicleta hasta el Centro Histórico de Veracruz donde recoge al menos cuatro de los periódicos que circulan en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río.

Después, a eso de las siete de la mañana, emprende el regreso desde el centro hasta la zona norte de Veracruz; Eduardo pasa casa por casa repartiendo el periódico sus clientes. Su última parada la hace en el mercado de Lavaderos.

Entregados los periódicos, actividad a la que se dedica desde hace 22 años, Eduardo toma nuevamente su bicicleta para llegar al Chedraui Norte, en donde los taxistas ya lo esperan para que acarree los carritos y los ayude a subir a sus unidades los productos que compran los clientes.

Así lo hace. Eduardo va y viene, cruza una y otra vez las puertas automáticas del supermercado para meter los carritos que se quedan en la banqueta; ahí espera a que los clientes bajen y le soliciten ayuda para que meta sus despensas a los taxis del sitio a cambio de una propina.

Llegó al supermercado en plena pandemia

«Yo reparto periódico y un día vi que no había quien les acarreara los carritos a los taxistas, entonces les pedí chance», narra Eduardo.

El hombre llegó al supermercado ubicado en la colonia Pinos, en la zona norte de la ciudad de Veracruz, justo cuando la pandemia de la covid-19 inició; había renunciado a su trabajo como conserje en el Hospital Regional porque tenía miedo de contagiarse ahí.

«Sí o sí necesitaba un segundo trabajo». Aunque comenta que le iba bien como vendedor de periódicos, asegura que en los últimos años las ventas se cayeron debido a que las noticias empezaron a consumirse más por medio de las redes sociales: «ya no se vende tanto como antes«.

De acuerdo con Eduardo, la cantidad de clientes que llegaba al supermercado aumentó al principio de la pandemia de la covid-19, sin embargo, conforme avanzaron las semanas el flujo de personas se redujo, lo que lo afectó económicamente, pues recibía menos propinas.

«Al principio tenía temor de contagiarme, pero ahorita ya se me quitó, me vacuné», expresa.

Eduardo está en constante riesgo de contagiarse de covid desde el inicio de la pandemia debido al contacto que tiene cuando reparte periódicos a sus clientes; algunos de ellos enfermaron, pero hasta ahora él sigue sin infectarse.

Aunque su trabajo afuera del Chedraui Norte no deja de tener contacto con los carritos, los clientes, los taxistas y la gente que pasa, el hombre siempre lleva puesto su cubrebocas y evita tocarse la cara. Ahora, después de meses críticos por los contagios de covid en el puerto, es cuando más aprovecha el aforo del supermercado.

De acuerdo con datos de la asociación «México ¿Cómo Vamos?«, Veracruz es el séptimo estado de la república mexicana con mayor informalidad laboral, es decir, aquellas ocupaciones de personas que reciben ingresos fuera de un marco legal.

Al término del tercer trimestre de 2021, el 64.7 por ciento de los trabajadores del estado de Veracruz se encuentran en la informalidad; Eduardo es uno de ellos.