SCRIPTA MANENT – UV: El poder tras el trono
Luis E. Domínguez Rangel

Vientos de desconfianza y aromas a incertidumbre, los que corren y se perciben en diversas dependencias de la Universidad Veracruzana, particularmente en el edificio de la Rectoría.
A dos meses de la designación de Martín Gerardo Aguilar Sánchez como rector, no se han dado los cambios esperados, necesarios y normales para un cambio de rumbo, como lo ofreció el designado durante las presentaciones que, como candidato, expuso como parte de su Plan de Trabajo. Salvo en dos de las tres secretarías de la Universidad, para tomar el control de las escuelas y las finanzas, no se han designado a los vicerrectores, y salvo una que otra excepción, ni se han ratificado ni se han cambiado a los directores de las áreas académicas, artísticas y administrativas.

La disciplina de los integrantes de la Comunidad Universitaria es notable. La designación por unanimidad de los integrantes de la Junta en favor de Aguilar Sánchez el pasado 28 de agosto fue recibida con, lo menos, sorpresa. De la terna dada a conocer, el designado Rector era sin duda el candidato más débil frente a Jorge Manzo, quien ya había sido candidato a Rector cuatro años antes con el más alto puntaje en el protocolo respectivo, y a Héctor Coronel, quien recibía todos los días apoyos y empuje tanto al interior de la Universidad como en su entorno.

A la fecha, dos de las tres secretarías de la Universidad están ocupadas por nuevas funcionarias, y parece que esperan los tiempos adecuados para el cambio en la tercera, que será hasta febrero, que la normatividad vigente lo permita. Porque el artículo Séptimo de la Ley de Autonomía es claro: “Los miembros de la Junta de Gobierno sólo podrán realizar dentro de la Universidad funciones académicas y hasta después de transcurridos tres años de su separación de la Junta podrán ser candidatos para ocupar cargos de dirección”.

Pero… ¿Qué tiene que ver la Ley de Autonomía con los cambios que el Rector tendría que operar para iniciar y enfilar su Administración? En realidad nada… a menos que los integrantes de la Junta de Gobierno sean los que vayan a iniciar y enfilar la nueva Administración… Y eso ni es normal, ni deseable, ni correcto. Como lo diría López Obrador: no es ilegal, pero no es ético. Y resulta también, muy sospechoso…

En la misma reunión de la Junta en que se designó a Martín Aguilar como Rector, se abrió el sobre sellado que contenía la terna propuesta por el designado para la Secretaría Académica. Sus propuestas incluían a dos mujeres que, ¡sorpresa! ambas habían sido presidentas de la Junta de Gobierno. Una de ellas, Jaqueline del Carmen Jongitud Zamora, ni siquiera podría ser propuesta para el cargo directivo, pues para ello tendría que tener, de acuerdo con la Ley de Autonomía, tres años fuera de la Junta de Gobierno, y no era así. En diciembre de 2018, todavía firmaba como presidenta de esa Junta.

La doctora Elena Rustrián Portilla, quien fuera la presidenta inmediata anterior a Jaqueline Jongitud en la Junta de Gobierno, estaba también propuesta en la terna para la Secretaría Académica y fue designada para ese cargo que ocupa desde que Martín Aguilar Sánchez es rector. Para la Secretaría de Finanzas, la terna incluía a la maestra Lizbeth Margarita Viveros Cancino, afín a ambas expresidentas de la Junta de Gobierno, quien fue designada para el puesto por esa Junta.

En la Tercera Secretaría, la de Desarrollo Institucional, se aceptó la renuncia del Doctor Octavio Ochoa, y se designó temporalmente a una de sus colaboradoras. Y se insistió en el tema de que la designación era temporal… y pareciera que se esperará a febrero para nombrar al titular de esta Secretaría. Mientras tanto, Jaqueline del Carmen Jongitud Zamora es actualmente y desde que cambió la rectoría, asesora del Rector. Será hasta el 22 de febrero que cumpla los tres años de haber dejado la Junta de Gobierno y entonces podrá ocupar un puesto directivo, que si es la Secretaría de Desarrollo Institucional, pondría a las ex presidentas de la Junta en el control total de la máxima Casa de Estudios.

Y entonces, los nombramientos que el Rector actual ha entregado en los puestos clave de la Administración de la UV, han sido para ex integrantes de la Junta de Gobierno de la Universidad. Y de ahí en cascada, estos exintegrantes de la JDGUV han designado a su vez a sus operadores…

Dentro de un mes, el 26 de noviembre, la Universidad Veracruzana cumplirá 25 años de ser autónoma, luego de que el gobernador Patricio Chirinos Calero la otorgara en 1996. La autonomía finca su principal espíritu de libertad, en la elección de Rector, y por ello la Junta de Gobierno es el organismo clave para que la propia autonomía viva y se desarrolle.

Pero si la Junta de Gobierno es ahora el canal para dirigir los destinos de la Universidad, algo no está funcionando… algo está mal… y habría que revisarlo.