«Jesús enseñó a sonreir y a agradecer. Me enseñó a abrazar al que lo necesita.. Me enseñó que la fuerza más grande es el amor. Me enseñó que salga a conocer la vida, a equivocarme y a aprender. Me pidio que sea feliz y viva en paz, que me esfuerce cada día en ser mejor en compartir. Me enseñó que si no perdono, yo mismo quedo prisionero». El correeo lo envió Guadalupe Lorenzo Licona.. Imagen de «El País».