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El Economista

La mayoría de los integrantes consideró que, ante la profunda integración económica que se tiene con el país vecino del norte, la tasa de inflación de Estados Unidos ha contribuido al repunte de la inflación en México.

Belén Saldívar.

El incremento en los niveles de inflación en Estados Unidos ha contribuido a una escalada en los precios en México, consideraron los integrantes de la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) en su última reunión de diciembre, de acuerdo con las minutas que fueron publicadas este jueves.

El documento señaló que la mayoría de los integrantes consideró que, ante la profunda integración económica que se tiene con el país vecino del norte, la tasa de inflación de Estados Unidos ha contribuido al repunte de la inflación en México.

Se espera que todavía para este 2022, Estados Unidos mantenga altos niveles de inflación, por lo cual un integrante de la Junta de Gobierno indicó que es probable que exista “más inflación importada”.

En noviembre, la tasa de inflación de Estados Unidos se ubicó en 6.8%, la más alta de la que se tiene registro desde hace casi 40 años. En México el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se ubicó en 7.37%, su mayor nivel desde inicios del 2001.

En la reunión de diciembre, la última con Alejandro Díaz de León como gobernador, la mayoría de los integrantes indicó que el balance de riesgos respecto a la trayectoria de la inflación se ha vuelto a deteriorar, y se mantiene al alza.

Respecto a los riesgos al alza para la inflación, la mayoría de la Junta de Gobierno destacó las presiones inflacionarias externas, así como presiones de costos, depreciación cambiaria, y el aumento de los precios de los energéticos.

Uno de los integrantes mencionó los efectos que pudiera tener el incremento en el salario mínimo, mientras que otro señaló que la política salarial en conjunto con el deterioro de la productividad laboral “es un factor interno que puede reforzar las presiones inflacionarias y detonar una espiral salarios-precios, erosionando el poder adquisitivo de los trabajadores”.

Ante el panorama, el banco central decidió aumentar en 50 puntos base su tasa de referencia, para cerrar el año en 5.50 por ciento.

“Con ello se ajusta la postura de política monetaria a la trayectoria que se requiere para que la inflación converja a su meta (…) en las próximas decisiones de política monetaria la Junta de Gobierno vigilará estrechamente la evolución de las presiones inflacionarias, así como el comportamiento de todos los factores que inciden en la trayectoria prevista para la inflación y en sus expectativas”, se lee en el acta.
Foto de Rosario Servín.